A la captura del nuevo CO2 ‘verde’

La gran industria se enfrenta al reto de mantener la competitividad garantizando el cumplimiento de los objetivos climáticos en lo que se refiere a la reducción de emisiones y responder así con el desarrollo sostenible marcado por los planes de acción y las políticas de la Unión Europea. En este marco y con las miras puestas en mitigar el cambio climático la empresa gasista Carburos Metálicos ha implantado en el Parque Empresarial del Medio Ambiente (PEMA) de Garray (Soria) un proyecto industrial innovador para capturar gases, procedentes de la combustión de una planta de biomasa, y obtener un gas CO2 ‘verde',  para destinarlo al sector de la alimentación y de las bebidas. 

Este proceso industrial se ha desarrollado gracias a un proyecto Life,  financiado por la Unión Europea, del que Carburos Metálicos, que pertenece al grupo Air Products, es socio junto a la empresa Bioeléctrica de Garray, perteneciente al grupo ENSO, y a la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León. 

La alianza empresarial, entre las dos compañías, junto con la colaboración de la administración pública, ha planteado un modelo de economía circular, en el que Carburos Metálicos ha construido una planta de depuración y procesamiento de CO2, que entrará en funcionamiento este año, junto a las instalaciones de  Bioeléctrica de Garray para capturar el dióxido de carbono que emite esta última en su actividad industrial de producción eléctrica a través de la combustión de biomasa. 

El proceso de captación consiste en la separación del CO2 de los gases emitidos por la planta de biomasa, evitando así las emisiones a la atmósfera, de esta manera, los humos, procedentes de la combustión, pasarán por un lavador de gases, para eliminar parte de los contaminantes existentes. Posteriormente serán sometidos a una absorción química con aminas para comprimirlos, secarlos y licuarlos y finalmente el CO2 líquido se purificará con un rectificador para eliminar los contaminantes no condensables y se almacenará en los tanques donde se realizará el análisis de calidad.

Para llevar a cabo esta labor no es necesaria una adaptación tecnológica, solo hay que conectar partes de la central de biomasa a la nueva planta donde se realizará la captura, que además proporcionará la energía y el vapor necesarios para la captación y el procesamiento del CO2.  Carburos es una empresa líder en la producción de CO2 industrial y también  cuenta con una importante experiencia en este proceso de captura en otras plantas de España. 

La que pondrá en marcha en Garray (Soria) será la primera en Castilla y León y este proyecto industrial tiene la singularidad de que el CO2 que recupere será más sostenible que el obtenido de otras fuentes, al proceder de la biomasa, dado que es de origen natural y se considera neutro en emisiones, según explican fuentes de la empresa. Para la construcción de la planta y garantizar este proceso industrial, Carburos  ha realizado estudios en el marco del proyecto Life. Los más relevantes son los análisis de ciclo de vida del gas para demostrar que el CO2 recuperado es más sostenible que otros. 

Los ensayos han resultado satisfactorios y han permitido determinar que el CO2 que se obtiene de la planta Bioeléctrica de Garray, en su proceso industrial de combustión de biomasa, tiene la misma calidad que otros que se comercializan con la diferencia, a su favor, que tiene una huella de carbono menor. Esto es lo que lo hace sostenible. «A nivel molecular es idéntico», explican fuentes de la empresa Carburos, que también destacan que «se trata un CO2 neutro en cuanto a emisiones, por lo que su reutilización en diversas aplicaciones industriales tampoco las genera», algo que es clave de cara a cumplir con los objetivos de descarbonización de la industria y de la lucha contra el cambio climático.

Carburos certificará el gas CO2 ‘verde’ que saldrá de su planta de Garray a través de una Declaración Ambiental del Producto, basada en los análisis y estudios efectuados y así este nuevo gas, que es neutro en  emisiones de efecto invernadero, además cumplirá con la normativa exigida para la seguridad alimentaria, lo permitirá convertir este CO2 en materia prima para las principales empresas de alimentación y bebidas. 

El proyecto innovador cuenta con importantes beneficios medioambientales gracias a un modelo de economía circular, en la que los residuos y las emisiones de una determinada actividad económica se convierten en recursos y materias primas para otras actividades e incluso con la obtención de un producto nuevo. La planta de biomasa de Garray tiene una capacidad de generación eléctrica de 17MWe y utiliza como combustible biomasa forestal procedente de podas y de limpieza de los bosques y subproductos de actividades agrícolas. 

Con la puesta en marcha de esta planta de captura de CO2, en primer lugar, los gases procedentes de esta combustión no se emitirán a la atmósfera y serán tratados en las instalaciones y, en segundo lugar, este proceso evita recurrir al método tradicional que emplea la industria de este sector para obtener el CO2 que es la quema de combustibles fósiles y así se dejará de emitir gases nocivos a la atmósfera. Carburos va a emplear una fuente de CO2 de origen renovable que se iba a desaprovechar  y la reutilizará como un recurso industrial. La empresa también señala como otra ventaja medioambiental la reducción de emisión de dióxido de carbono procedente del transporte por carretera para trasladar su CO2 verde desde que la planta de Soria entre en funcionamiento, porque le permitirá tener desplazamientos más cortos  por carretera para abastecer a sus clientes de Castilla y León y de las comunidades autónomas limítrofes. 

La captura de CO2 es una de las líneas de trabajo de Carburos y proyectos innovadores como el que va a poner en marcha en Soria «suponen una contribución a nuestro objetivo estratégico 'Third By 30'  que permitirá recortar un tercio la huella de carbono del grupo Air Products en 2030 respecto a los niveles de 2015», concluye la empresa.