El predictor de carbono para tierra marginal
Cesefor colabora en un proyecto que ha desarrollado un geoportal con el que se identifican terrenos en cuatro países europeos susceptibles de ser reforestados para ser usados como sumideros de CO2.
La Comisión Europea cuenta con una nueva estrategia forestal para 2030 que contempla un paquete de medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, en la que cobra un lugar relevante el compromiso de aumentar las absorciones de carbono a través de sumideros naturales.
En este marco, los proyectos de forestación y reforestación en tierras marginales, sin entrar en competencia para la producción de alimentos, tienen una importante cabida porque pueden convertirse en sumideros de carbono, tan importantes en la lucha del cambio climático.
La Fundación Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor) ha participado en un proyecto de investigación europeo, compuesto por otros cinco socios de tres países europeos, además de España, (Alemania, Polonia y Grecia). El trabajo ha permitido identificar la extensión de tierras marginales en estos países y también en Castilla y León, la puesta en marcha de un geoportal con cartografía específica, clasificada según su potencial de absorción mediante teledetección, que además contiene varias herramientas tecnológicas, entre las que se encuentra una calculadora y un predictor de carbono, que permiten estimar el CO2 que se puede fijar con una reforestación planificada en este tipo de terreno.
«Con este proyecto se quiso poner en valor el terreno potencial que tenemos, pero no solo es cuestión de plantar, hay que plantar en el terreno adecuado y con el árbol adecuado, por eso es muy importante tener en cuenta las especies locales de cada zona», explica el coordinador del estudio en Cesefor, Francisco Gallego.
El equipo técnico del Cesefor, con sede en Soria, ha liderado el grupo de trabajo que tenía como objetivo la implementación de metodologías, técnicas y algoritmos y su testeo en las zonas piloto.
El trabajo comenzó con la definición de los criterios para clasificar las tierras marginales dentro del proyecto, teniendo en cuenta que se ha realizado a gran escala al intervenir otros países europeos. Esto permitió cuantificar los terrenos. De esta manera se excluyeron tierras de cultivo, forestadas, zonas urbanas y marismas, así como áreas protegidas mediombientalmente.
Así se pudo determinar que España es el país con mayor porcentaje de tierras marginales susceptibles de ser reforestadas, el 19% con 100.000 kilómetros cuadrados, de los que 20.000 están localizados en Castilla y León. Le sigue Grecia, con el 18% de su territorio y 24.700 kilómetros cuadrados, Alemania, con el 10% y 41.000 kilómetros cuadrados y, por último, Polonia, con el 7% y unos 22.000 kilómetros cuadrados.
La metodología utilizada por los investigadores para la identificación de la tierras marginales se sirvió de fuentes de datos del uso del suelo a nivel europeo e imágenes satelitales. Ello permitió realizar una primera clasificación a la que se le aplicaron 17 variables (ambientales, de productividad , terreno y suelo y sostenibilidad) para establecer en un segundo escalón el grado de marginalidad del terreno. El estudio utilizó inteligencia artificial que, junto a los resultados de la primera metodología, los algoritmos de supervisión clasificada y los datos de los satélites sentinel 1 y sentinel 2 permitió hacer una identificación de los terrenos mejorada.
Toda la información sobre la identificación y clasificación de tierras marginales se incorporó en un geoportal, a escala europea, creado en el marco de esta investigación, que se ha servido de la plataforma Google Earth Engine para el uso de los datos de los satélites y la computación.
El geoportal facilita la búsqueda de los terrenos marginales de acuerdo a diversos criterios y además en la plataforma se han incorporado una serie de herramientas que sirven de apoyo en la toma de decisiones, como son la calculadora de carbono, el predictor de carbono, una tercera que ayuda a calcular el coste de una reforestación y al cuarta que es un control de cambios de cubierta.
La calculadora de carbono permite cuantificar la cantidad de CO2 que puede fijar una plantación determinada, pudiendo trazar diversas posibilidades según la especie arbórea o el grado marginalidad del terreno. «Es una foto fija en un determinado momento que se calcula de acuerdo a ecuaciones de biomasa», según explica Fernando Bezares, ingeniero del Medio Natural, que ha trabajado en el desarrollo de estas herramientas.
El predictor de carbono ofrece una estimación del carbono que fijaría una determinada reforestación de especies arbóreas en un determinado periodo de tiempo desde el arranque de la plantación. Para el cálculo se tiene en cuenta la densidad inicial de las plantaciones y la evolución del crecimiento anual del diámetro de los árboles, de acuerdo a variables climáticas y topográficas.
La herramienta del coste de la reforestación permite calcular el gasto económico de acuerdo a unas determinadas condiciones geográficas y ambientales, aplicando diferentes tablas de precios en función del país que se ha estudiado en este proyecto (Alemania, España, Grecia y Polonia).
Francisco Gallego precisa que el geoportal no tiene un fin comercial sino que responde más bien el resultado de un trabajo científico en el ámbito europeo. Es el primero que ha generado esta plataforma capaz de realizar todos los análisis. Para transferir todo el conocimiento y los hallazgos conseguidos en este proyecto está en marcha formación online, a través de un curso MOOC.
Los avances obtenidos en este proyecto, financiado con fondos europeos del programa Horizon 2020, ha dado a pie a seguir investigando en una segunda fase con los mismos socios e incluso cabe la posibilidad de que se incorporen otros países.