Trabajo colaborativo frente al miedo al Covid

En marzo se cumplirán tres años del estallido de la pandemia por el Covid que convulsionó  a todo el planeta. La emergencia sanitaria provocada por el virus provocó graves problemas físicos y psicológicos en todo el mundo y ha quedado patente que fue una situación límite para los sanitarios por la carga de trabajo y la falta  de suministro. 

En aquellos meses frenéticos y de encierro, en 2020, la enfermera soriana Marta Llorente, especializada en Salud Mental, planteó, junto a tres compañeras (dos psicólogas y una enfermera), la necesidad de hacer un estudio para valorar los trastornos emocionales que estaban ocasionado la pandemia.

Esta sanitaria, que es también doctora en Psicología,  en su investigación evaluó, además, si una salud laboral positiva podía actuar como un factor relevante en la prevención de esos trastornos emocionales causados por la situación pandémica. 

El objetivo general del estudio fue, en primer lugar, adaptar y validar la Escala del Miedo al Covid-19 de Ahorsu en los trabajadores de la salud, con el fin de examinar el papel que juega ese miedo en los trastornos emocionales y en el desapego psicológico.

En segundo término, se evaluó si la buena salud laboral, a través de la colaboración y el empoderamiento psicológico, puede actuar como un factor relevante en la prevención de esos trastornos emocionales. 

Los resultados demostraron que la colaboración entre los sanitarios en sus puestos de trabajo durante aquellas duras semanas fueron fundamentales para prevenir trastornos emocionales por el miedo al Covid. 

Marta Llorente subraya que en el arranque de la pandemia, la situación sanitaria obligó al personal de hospitales y centros de salud a trabajar apoyándose los unos a los otros , «en ese momento tuvimos que tirar de imaginación y de trabajo colaborativo para poner solución a esos déficits», dijo.

Ella  vivió esta experiencia en primera persona y, después de varios años, reconoce que «fue duro y con el esfuerzo de los compañeros todo salió bien, pero aquellas situaciones también dejaron secuelas y trastornos emocionales», puntualiza la investigadora. 

Para el estudio transversal se reclutaron datos a través de un cuestionario con varias escalas y que está validado. En el mismo participaron 194 trabajadores de los centros de salud de la provincia de Soria pertenecientes al Servicio de Salud de Castilla y León. Los datos se recogieron en el mes de mayo de 2020, a través de correo electrónico. De ellos, el 30% había sido diagnosticado o presentaba anticuerpos de haber tenido el virus. 

En el cuestionario, la investigadora recabó información sobre datos relacionados con la edad, el género, la categoría profesional  y la antigüedad en el puesto del trabajo, así como tipo de contrato y tareas asignadas durante la pandemia. 

Para evaluar el miedo al Covid se utilizó la escala específica que lleva este nombre, con preguntas específicas  en las que los participantes tuvieron que responder a cuestiones sobre si tenían miedo a llegar a casa y contagiar a sus familias, o bien si cuando pensaban en el coronavirus se ponían nerviosos. 

En la encuesta se evaluó el empoderamiento psicológico mediante una escala específica, en las que se contemplaban cuatro subdimensiones que fueron la competencia, el impacto, la autodeterminación y el significado,  en la que se preguntó, entre otras cuestiones, sobre si las actividades laborales habían sido valiosas o sobre la capacidad a la hora de realizar el trabajo. 

Otra escala específica evaluó la ansiedad y la depresión de los participantes. El cuestionario al que se sometió a los participantes también midió la colaboración entre los profesionales sanitarios,  para lo que fueron cuestionados, entre otros asuntos, sobre si trabajaba en conjunto con sus compañeros para introducir nuevos enfoques  a la hora de mejorar el trabajo. 

El desapego psicológico fue otra de las variables que se abordó a través del cuestionario. En este apartado se tenían que responder a varias preguntas, entre ellas si después del trabajo los sanitarios podían desconectar de sus tareas y responsabilidades laborales o por contra seguían pensando siempre en lo mismo. 

Para analizar los datos se utilizó un modelo estadístico especializado en ecuaciones estructurales para validar de manera científica los resultados y a su vez permitían relacionar las contestaciones a las preguntas de los distintos grupos. 

Una vez analizadas todas las respuestas, se extrajeron diferentes conclusiones. Marta Llorente señala entre ellas las más destacadas, como la que hace referencia a que el miedo al Covid afecta a los trastornos emocionales, cuánto más miedo presentaban los trabajadores más probabilidad tenían de padecer cualquier trastorno emocional. 

También se observó que el miedo al Covid afectaba al empoderamiento psicológico de los profesionales. Es decir, cuanto más miedo tenía un trabajador se sentía menos competente en su puesto.

En cuanto al modelo del trabajo, se apreció, en los resultados del estudio, que en el momento que se trabajaba  de manera colaborativa la prevención de trastornos como la ansiedad y la depresión era mayor y a su vez esos trastornos emocionales estaban relacionados con el distanciamiento psicológico, es decir, a mayor depresión y ansiedad, los profesionales tenían menos capacidad de cambiar el chip cuando concluía su jornada laboral. 

La investigadora precisó que en este estudio, las puntuaciones de ansiedad y depresión observadas han sido elevadas, pero en ningún caso se trata de diagnósticos médicos. Llorente concluye que el estudio ha determinado que la respuesta de los sanitarios durante el Covid fue un buen modelo de trabajo  y  además se ha corroborado que «nos hemos beneficiado por hacerlo así».