Reino Unido
El cuñado médico de Cámeron le afea los recortes en sanidad
Carl Brooks, cardiólogo en Hampshire, denuncia la falta de recursos para atender a los pacientes
Los cuñados son a veces una pesadilla en la familia. Y el de David Cameron no es una excepción. Carl Brookes, un cardiólogo casado con Tania, la hermana del primer ministro, ha alzado la voz para denunciar la degradación galopante de la Sanidad Pública (conocida con las siglas NHS en el Reino Unido).
De acuerdo con el médico, en su propio hospital en el condado inglés de Hampshire, están al borde del colapso. La presión es tan grande que doctores y enfermeras tienen a menudo que pedir ayuda al personal administrativo para poder servir la comida a los enfermos o solucionar los problemas de lavandería. “Es importante que la gente entienda que (las actuales circunstancias) no tienen precedente. No hay duda de que nosotros y otros hospitales en el país, se enfrentan a desafíos extraordinarios”, ha afirmado.
El número de pacientes aumenta, mientras que los recursos escasean. Brookes explica que en el departamento de urgencias donde trabaja, están tratando un 11% más de admisiones comparado con el mismo periodo el pasado año, lo que les obliga a mover pacientes y encontrar espacio para internar a los nuevos que llegan. “Hay problemas de acceso en los servicios de adultos. Estamos viendo muchas personas mayores, frágiles que necesitan cuidados especiales”, afirma. En un correo electrónico la dirección recuerda a los empleados que existe “una necesidad desesperada de ayuda al personal clínico”.
SEGUNDO AVISO
Hace cuatro años, el doctor Brookes ya advirtió a su cuñado sobre algunas reformas en la NHS que el gobierno de coalición estaba preparando. La sanidad pública es, de acuerdo con los sondeos de la pasada semana, la mayor preocupación de los británicos, por delante de la economía y la inmigración. A menos de cien días para las elecciones generales, el futuro de los servicios sanitarios será unos de los principales asuntos en las elecciones generales de Mayo. “Si Cameron no oye a los pacientes y al público, quizás alguien de su propia familia tenga más suerte”, ha señalado el responsable de sanidad laborista, Andy Burnham.