El aeropuerto de Bruselas reabre de forma parcial la terminal de salidas

Parada Schuman, Autobús 12, en pleno barrio europeo de la capital belga, enfrente de la Comisión Europea. Destino, Brussels Airport. El recorrido, el de siempre, seis paradas y unos veinte minutos dependiendo del tráfico. Pero al llegar a la parada del aeropuerto, ya puede apreciarse que poco o nada es lo de siempre.

Trabajadores del aeropuerto internacional de Zaventem se esfuerzan para orientar e indicar a los pasajeros, que llegan confusos al nivel cero –donde se encuentran los autobuses- y que preguntan por sus vuelos y por la terminal que ha reabierto parcialmente, a la que solamente se puede acceder con tarjeta de embarque.

“Las medidas de seguridad y los consejos del Gobierno nos obligan a ello”, afirman los empleados del aeropuerto. Más de cuarenta días han pasado desde los atentados en Zaventem y en la estación de metro de Maelbeek en Bruselas que dejó un total de 32 muertos.

Zaventem, blanco de los ataques del pasado mes de marzo, empieza a recuperar su trajín habitual. El vestíbulo de salidas, afectado por las explosiones, ya funciona al 80% de su capacidad, con 11 mostradores de registro y facturación para 25 líneas aéreas.

A TROMPICONES

El aeropuerto se ha ido recuperando poco a poco y a trompicones hasta lograr cierta normalidad. La actividad se reinició el pasado 3 de abril de forma paulatina, unos quince días después del doble atentado del 22 de marzo. Para suplir las deficiencias, las autoridades tuvieron que levantar carpas provisionales, desde donde se llevan a cabo los primeros controles de seguridad.

A partir de este lunes, los registros se llevan a cabo para todos los vuelos en la zona de salidas y en los puntos provisionales. Desde estos últimos salen la mayoría de vuelos de bajo coste.

Las recomendaciones a los pasajeros siguen siendo las mismas de hace dos días: llegar al menos tres horas antes de la hora de despegue de su vuelo. “Mucha paciencia” es lo que hay que tener, dice una familia francesa que espera en las colas que se forman en el exterior del recinto. Más cautelosa ha sido una pareja de españoles, Manuel y Paqui, que ha llegado al aeropuerto seis horas antes de su vuelo con destino a Madrid.

INCREMENTO DE PASAJEROS

“Continuamos como la semana pasada y esperamos nuevas medidas por parte de las autoridades”, explica Anke Fransen, portavoz del aeropuerto, quien asegura que están saliendo entre 20.000 y 25.000 vuelos semanales.

Además de los 111 mostradores de facturación del vestíbulo de salida se mantienen 36 abiertos en la zona provisional, lo que suma  un total 147 puestos de facturación a disposición de los pasajeros y aerolíneas. El objetivo de la compañía que gestiona el aeropuerto es alcanzar el 100% a mediados de junio.