TESTIGO DIRECTO / EL ATAQUE DEL ESTADO ISLÁMICO CONTRA LA SALA BATACLAN DE PARÍS
Yihadistas contra un concierto de rock
La irrupción de tres terroristas armados con explosivos causó el pánico entre los clientes del mítico local de la noche parisina
Aquella noche del 13 de noviembre del 2015 la sala Bataclan estaba completa. Había casi 1.500 personas en el concierto de los californianos Eagles of Death Metal cuando a las 21.40 horas se escucharon los primeros disparos. Al principio reinó la confusión. En seguida se sucedieron las escenas de pánico, los intentos de huida por el primer piso, por las puertas de socorro, por las ventanas. Los heridos escaparon como pudieron y quienes no lo lograron se convirtieron en rehenes de los tres individuos que habían irrumpido abriendo fuego como en una mala pesadilla. A las 22.30 la policía disparó a uno de los asaltantes, que hizo estallar su cinturón explosivo. En el exterior del edificio, mientras, las unidades de élite tomaban posiciones. Los agentes intentaron negociar con los terroristas. Sin éxito. A las 0.20 horas el asalto es inevitable. Dura diez minutos y culmina con los otros dos terroristas abatidos. Los rehenes son evacuados.
El atentado deja 90 muertos y cientos de heridos en un lugar mítico de la noche parisina fundado en 1865 que le debe su nombre y su aspecto de pagoda a una opereta de Jacques Offenbach (Ba-Ta-Clan) de aires orientales. El café concierto, con teatro en la planta baja y sala de baile en la primera, se transformó en cine varias veces hasta que, a principios de los setenta, se convierte en un santuario del rock. Los primeros conciertos de Roxy Music o los New York Dollsfueron allí. También se grabó allí el ‘Bataclan 72’ de Lou Reed. Y allí han tocado John Cale, Oasis, Blur, Stromae o The Kills.
Ese viernes 13 de noviembre más que una sala de conciertos fue golpeado un símbolo. No era, sin embargo, la primera vez que estaba en el punto de mira del terrorismo. En el 2011, un miembro de un grupo islamista próximo a la rama de Al Qaeda de Gaza habló de la existencia de un proyecto de atentado porque los propietarios del local eran judíos. Antes, en el 2007 y el 2008, había recibido varias amenazas por albergar galas organizadas por asociaciones judías.
Tras nueve meses de obras que están a punto de terminar, el Bataclan volverá a abrir sus puertas el próximo 16 de noviembre con un concierto de Peter Doherty para el que no quedan entradas. Será inevitable pensar en la matanza cometida por Ismael Omar Mostefai, Samy Amimour y Foued Mohamed-Aggad,vinculados al Estado Islámico. Pero la herida no impedirá a los responsables del recinto seguir programando actuaciones musicales. “Las cosas no volverán a ser como antes, pero hay que seguir existiendo, los artistas tienen que seguir tocando y hacer que esta sala esté viva. Porque la gente estaba allí por eso”, comenta Jules Frutos, codirector del Bataclan.