VESTIMENTA, LAICISMO Y RELIGIÓN
Rebelión de alcaldes franceses contra la suspensión del veto al 'burkini'
Continúa la polémica pese al fallo judicial que considera el veto una violación de las libertades fundamentales. Valls pide asumir el debate sobre el Islam francés
La tormenta política y mediática desatada en Francia torno al ‘burkini’ no amaina a pesar del fallo del Consejo de Estado invalidando el decreto que prohíbe llevar el polémico bañador islámico en las playas de Villeneuve Loubet, una localidad de la costa azul próxima a Niza.
La decisión de la más alta jurisdicción administrativa de Francia sólo afecta a esta población pero crea jurisprudencia y, por tanto, las 29 ciudades costeras que también han vetado el ‘burkini’ recibirán la misma respuesta si el caso llega a los tribunales, algo altamente probable.
Aun así, muchos alcaldes se mantienen en sus trece y se niegan a retirar las ordenanzas municipales prohibiendo la polémica prenda. Entre ellos el de Niza, quien este viernes anunció que seguirá multando a las mujeres que lleven ese tipo de bañador mientras no se suspenda el decreto.
También lo hará el edil socialista de Sisco, en la isla de Córcega,Ange-Pierre Vivoni, que adoptó la medida a mediados de agosto tras una trifulca entre lugareños y marroquís. Y la misma intención ha manifestado el alcalde ultraderechista de Fréjus, David Rachline. “No me siento afectado por la decisión del Consejo de Estado. Mi decreto no era preventivo, lo adopté por la seguridad de bienes y personas de mi comunidad porque me arriesgaba a tener muertos”, ha dicho a Afp.
En Touquet, en la región de Calais, al norte de Francia, el republicano Daniel Fasquelle no se da por aludido y ha criticado la actitud del primer ministro, Manuel Valls, que ha apoyado a los alcaldes pero se niega a legislar para prohibir el ‘burkini’, como se hizo en el 2004 con el velo en las escuelas o en el 2010 con el ‘burka’ en el espacio público. “Hace falta un texto a nivel nacional. No se puede dejar solos a los alcaldes”, ha señalado.
LAICISMO, HIGIENE Y SEGURIDAD
Los municipios que han promulgado estos bandos se apoyan en el respeto al laicismo, las reglas de higiene y la seguridad, y alegan que la decisión se ha tomado para evitar problemas de orden público. Sin embargo, el alto tribunal francés ha considerado que la prohibición atenta contra las libertades fundamentales y que los responsables municipales no pueden restringirlas salvo casos confirmados de riesgo de altercados.
Los cuatro argumentos del Consejo de Estado de
para tumbar el veto al
— El Periódico Inter. (@EP_internac_cas)
Amparada por el veredicto del Consejo de Estado, la Liga de Derechos Humanos (LDH), que es quien ha llevado el asunto a la justicia junto al Colectivo contra la Islamofobia en Francia (CCIF), ha anunciado que acudirá a los tribunales para obligar a los alcaldes recalcitrantes, incluso por vía penal, a retirar los bandos.
Según el abogado del Consejo de Estado François Molinié un alcalde que se niegue a acatar la decisión del alto tribunal se expone a todo un abanico de sanciones administrativas que pueden conllevar incluso a la suspensión temporal del cargo. Los ediles se arriesgan también a ser perseguidos penalmente, al atentar contra libertades fundamentales.
Lo más probable es que, a partir de ahora, proliferen los recursos y la batalla se libre simultáneamente en el ámbito judicial y el político. La larga tribuna publicada este viernes en Facebook por Manuel Vallsen la que sostiene que el debate no es “anodino” augura que el tema ocupará buena parte de la campaña electoral de las presidenciales del 2017.
“El burkini no es un signo religioso. Es la afirmación en el espacio público de un islamismo político”, ha dicho el primer ministro. "Los franceses y los propios musulmanes esperan que gane un Islam moderno que reivindique plenamente los valores de la República".