Una campaña de 1.000 millones de dólares
Clinton casi ha doblado el dinero recaudado por Trump. El magnate republicano le ha llevado delantera a la demócrata en pequeños donantes
Llegar a la Casa Blanca tiene un precio. Real y figurado. Y en el 2016 la factura de las carreras de Hillary Clinton y Donald Trump roza los 1.000 millones de dólares. Ese es el dinero total que han recaudado tanto las campañas de los dos candidatos como los polémicos Supercomités de Acción Política, los SuperPAC, cuya entrada en juego aprobó el Tribunal Supremo en una controvertida decisión del 2010. Y a esa cifra hay que sumar, además, parte de los otros 1.000 millones que han recaudado los partidos y comités Demócrata y Republicano, que destinan fondos a carreras locales o al Congreso pero, también, a los candidatos presidenciales.
Los números se diseccionarán hasta la saciedad y no solo por cuestión de matemáticas o de economía. Se trata de pura política, sobre todo en un año en que Trump, como hizo en las primarias demócratas Bernie Sanders, ha denunciado repetidamente el poder de los “intereses especiales” y la corrupción de la democracia y ha atacado a Clinton por sus estrechos lazos con Wall Street.
No es que el magnate inmobiliario no haya aceptado dinero de grandes donantes e inyecciones de efectivo de esos mismos grupos influyentes que denuncia. Pero es verdad que sus cerca de 307 millones de dólares (247,5 recaudados por su campaña y otros casi 60 de grupos externos) palidecen al lado de los 687 millones de Clinton (cerca de 500 recaudados por su campaña y más de 189 de grupos externos). Y ha sido él quien ha obtenido el 27% de su financiación de pequeñas donaciones de menos de 200 dólares, muy por encima del 16% de Clinton.
CLINTON, FAVORITA DE LOS MÁS RICOS
Clinton ha sido la favorita de los más ricos, o al menos de los más ricos que más donan. Según información recopilada por 'The Wall Street Journal', el 88% de las donaciones que ha recibido han salido de gente que le ha dado un millón o más, frente al 64% de Trump. En total, la demócrata ha acumulado más de 180 millones de dólares en donaciones de un millón o más, frente a los 33 millones del republicano. Y en la lista de las 10 mayores donaciones, Clinton tiene nueve (incluyendo dos de sindicatos que han sido la cuarta y la sexta más cuantiosas) y Trump solo una.
Nadie ha puesto más de su bolsillo para que gane la candidata que Donald Sussman, un veterano inversor de riesgo, que le ha dado 21 millones de dólares, más del doble que el siguiente de sus donantes, George Soros. Para Trump, mientras, la máxima aportación han sido los siete millones que le han llegado de Bernard Marcus, el cofundador de la cadena de tiendas Home Depot, seguidos por los seis de Linda McMahon, la fundadora de la franquicia de lucha libre WWE.
EL PESO DE WALL STREET
Por sectores, el que más se ha involucrado económicamente en la elección de Clinton ha sido Wall Street, de donde han salido casi 72 millones de dólares para la demócrata (y solo cuatro para Trump). Mientras, los casinos son la industria que más ha apostado para que el republicano sea elegido.
Pese a las diferencias, hay quienes denuncian el discurso de Trump sobre la supuesta pureza de su campaña. “Es absurdo que ninguna figura política nacional clame ser libre de asociaciones a los llamados intereses especiales”, declaraba recientemente Rogan Kersh, profesor de ciencias políticas en Wake Forest University, que recordaba que Trump cuenta también con donaciones y lazos estrechos con banqueros, constructores, contratistas militares y compañías energéticas que “serían vistas como influyentes en sus decisiones en la Casa Blanca de la misma forma en que él se queja de que lo serían para Clinton”.