Los humoristas rusos que gastaron la broma a Cospedal niegan trabajar para el espionaje del Kremlin
Alekséi Stolyarov, uno de los dos bromistas que llamó a Cospedal a raíz de la crisis catalana, habla con EL PERIODICO acerca de la conversación con la ministra española. Los dos individuos han hecho chanzas similares con personajes críticos con Putin, como la ucraniana Sávchenko, el cantante Elton John y el presidente turco, Erdogan
Salta a la vista que les gusta la notoriedad. En cuanto EL PERIÓDICO contactó en la mañana de este sábado con Alekséi Stolyarov, uno de los dos bromistas rusos que llamaron a la titular española de Defensa, Maria Dolores de Cospedal, haciéndose pasar por su colega de Letonia y prometiendo información sobre los vínculos entre los independentistas catalanes y el espionaje ruso, este corresponsal encontró al otro lado del hilo telefónico a un individuo muy dispuesto a hablar y a explicar a la prensa española lo sucedido.
Eso sí, durante la conversación, Stolyarov, viejo conocido de los corresponsales extranjeros acreditados en Moscú junto con su colega Vladímir Kuznetsov, negó de forma reiterada las insistentes sospechas, existentes entre el estamento periodístico occidental en Moscú y los círculos opositores rusos, de colusión y colaboración de estos dos hombres con los servicios secretos del Kremlin. "¡Eso es una tontería; no hay pruebas!", alza la voz.
La llamada a la ministra española, según indica Stolyarov, se realizó hace unos días (el martes, según Defensa). El autor de la broma sostiene que mientras ésta se prolongó, Cospedal no se dió cuenta del engaño al que estaba siendo sometida. Cuando se le pregunta gracias a quién consiguió el número de teléfono, responde que lo hizo a través de la página web del ministerio. "Es una mujer muy agradable", indica el autor de la broma, con un punto de sorna.
Fabricar noticias falsas
Stolyarov afirma que él y su colega decidieron pasar a la acción con Cospedal después de que ésta acusara a Rusia ante la OTAN de fabricar noticias falsas en las redes sociales para impulsar al independentismo catalán. "Nadie nos dice a quién llamamos; somos nosotros quiénes escogemos a nuestros objetivos", destaca.
Objetivos que, eso sí, siempre coinciden con personajes que de alguna forma u otra han colisionado con el Kremlin.
La piloto Sávchenko, una de sus víctimas
Una de sus víctimas más notorias fue Nadiya Sávchenko, una aviadora ucraniana arrestada en el 2014 por las milicias prorrusas mientras luchaba en el este de su país, acusada de colaborar en la muerte de dos periodistas rusos durante un bombardeo y trasladada ilegalmente a Rusia, donde fue juzgada y condenada. Sávchenko se sometió a una huelga de hambre para denunciar su "arresto ilegal" en Rusia hasta que al final fue intercambiada por dos rusos detenidos por las fuerzas ucranianas, en el 2016. Está considerada como una héroe en su país.
Durante su protesta, y através de su abogado, el letrado opositor Michael Feygin, los dos bromistas le hiceron llegar una carta y mensajes del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, en los que demandaba a la aviadora que desistiera de su actitud. Cuando el letrado Feygin se dió cuenta de la artimaña, montó en cólera, dado el drama personal que estaba atravesando su clienta, y amenazó con denunciarles ante la justicia, acusándoles de paso de trabajar para el Kremlin y los servicios secretos.
Otra de sus víctimas fue Recep Tayyip Erdogan, extremo que las autoridades turcas nunca han llegado a admitir públicamente, durante la crisis que enfrentó a Rusia y a Turquía a raíz del derribo de un avión militar ruso en Siria en el 2015. Pretendiendo ser el presidente ucraniano Poroshenko y el entonces primer ministro Arseniy Yatseniuk, ambos lograron que una voz parecida a la de Erdogan -la conversación nunca fue confirmada por la parte turca- se negara a pedir disculpas a Moscú por el incidente. El hecho de que ambos accedieran al teléfono de todo un jefe de Estado como Erdogan acentuó la sospecha de que recibían ayuda del espionaje ruso.
Elton John y la burla homosexual
La polémica que se vive en Rusia en torno a la ley de propaganda homosexual, muy criticada en Occidente, también mereció la atención de ambos bromistas, quienes, según algunas fuentes españolas, no se trataría de humoristas profesionales, sino de periodistas con formación jurídica.
El cantante Elton John se había hecho eco de dichas denuncias, y recibió un día una supuesta llamada del propio Putin invitándole a discutir la cuestión en persona. El artista se deshizo en elogios, poniéndose a sí mismo en un brete por sus críticas pasadas. "Es un gran privilegio poder hablar con uno de los personajes más influyentes del mundo", llegó a decir el británico.
Hacia el final del diálogo telefónico, EL PERIÓDICO preguntó a Stolyarov si gastaría una broma similar al presidente Vladímir Putin. La respuesta fue negativa. "No saldría bien. Creemos que ya nos conoce, que nos escucha", alegó. Algo muy diferente a lo que ambos individuos afirmaron a The Guardian hace un año. "No haríamos nunca nada que pudiera ayudar a los enemigos de Rusia".