SEXTA GIRA PAPAL POR AMÉRICA LATINA
Francisco tiene en Chile una de sus pruebas más difíciles
Las protestas mapuches y las denuncias de abusos sexuales que involucran a 78 integrantes de la Iglesia marcan su visita
Francisco besará esta noche el suelo de Santiago en su sexta visita pastoral en América Latina desde que inició su papado. "Mi paz les doy", es su lema. Jorge Bergoglio fue aclamado en Brasil en el 2013 durante la Jornada Mundial de la Juventud. Lo jalearon dos años más tarde en Ecuador, Bolivia y Paraguay. Jugó en La Habana, también en el 2015, un papel crucial en el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE.UU. El pontífice llevó su impronta a México (febrero de 2016) y, el año pasado, Colombia. Francisco sobrevolará su país, Argentina, y en Chile, primera etapa de su gira, lo espera un escenario insospechado años atrás. Uno de los países otrora más católico de la región con mayor número de feligreses en el mundo, pondrá a prueba su fuerza carismática. Las protestas mapuches y las denuncias de abusos sexuales -que El Periódico ha denunciado exhaustivamente- que involucran a 78 integrantes de la Iglesia marcan su visita.
Una encuesta de Latinobarómetro da cuenta de que los chilenos tienen la valoración más baja sobre Bergoglio en la región (5,3 frente a un promedio de 6,8). La situación es tan inédita que, tras una serie de seis ataques contra parroquias, la presidenta Michelle Bachelet y su sucesor electo, el magnate Sebastián Piñera, pidieron a la población que reciban al Papa con respeto, paz y alegría en Santiago, Temuco y la norteña Iquique, escenario de tres multitudinarias misas.
El escándalo de los abusos sexuales
Bergoglio viene con su mensaje de renovada opción por los menos favorecidos y sus críticas al liberalismo. Pero los escándalos de abusos sexuales que, de acuerdo la oenegé Bishop Accontability, involucran a 78 sacerdotes, hermanos y monjas, no ha hecho más que profundizar el descrédito de la Iglesia y, de alguna manera, condicionan su visita. Muchos fieles chilenos no se reponen de las revelaciones de los últimos años.
La más impactante ha tenido que ver con el caso de Fernando Karadima, quien fuera el sacerdote preferido de la elite capitalina y debió ser apartado de sus funciones. La designación como obispo de Osorno de Juan Barros, acusado de encubrir a Karadima, provocó una indignación que llegará a los oídos del Papa cuando llegue a Temuco. Dos años atrás, el pontífice defendió a Barros y dijo que sus críticos se habían dejado manipular por "zurdos".
El reconocimiento de los Hermanos Maristas de su pasividad frente a las denuncias de abusos sexuales por parte de los religiosos a menores de edad sumó otra capa de indignación previa a la visita. El Periódico ha desvelado cómo el modus operandi de los abusos sexuales a alumnos menores se exportó durante años desde España a los centros chilenos.
Una iglesia elitista
Mario Puga, el "cura obrero" de una de las poblaciones pobres de la periferia capitalina fue categórico en declaraciones al semanario 'The Clinic'. Francisco se encontrará "con la Iglesia chilena más fome (conservadora) de la historia", una que "se olvidó de Jesús y el Evangelio" y "no mira a los excluidos". Francisco quiere dar una señal aleccionadora en ese sentido. Se hará presente en la parroquia San Luis Beltrán, cerca del aeropuerto, donde rezará ante la tumba de monseñor Enrique Alvear, fallecido en 1982 y conocido como el "obispo de los pobres".
La cuestión mapuche
El miércoles, Francisco oficiará una “Misa por el Progreso de los Pueblos”, junto con 300 sacerdotes, 20 seminaristas, un coro de 122 músicos y una representación de la comunidad oroginaria mapuche. Temuco, ubicada 680 kilómetros al sur de Santiago, en el corazón de la Araucanía, la zona más pobre de Chile, el pontífice tendrá su parada más compleja. La ceremonia religiosa, a la que asistirán unas 400.000, se realizará muy cerca de terrenos que los mapuches reclaman como propios. El papa es consciente de todo lo que se juega en esa ciudad. Antes de viajar se tomó en el Vaticano una foto con una integrante de esa comunidad frente a la que inclina su cabeza. “No queremos que repita el perdón de Juan Pablo II, de 1987, ni el perdón sin efectos de Bachelet, sino uno orientado a indemnizar y resarcir a las víctimas”, dijo uno de los líderes comunitarios Aucán Huilcaman. El Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) ha revelado que el 68% de los mapuches se siente discriminado. Las protestas en la Araucanía están a la orden del día. Trece activistas han sido asesinados en los últimos 17 años durante intentos de ocupaciones de tierras o mientras se encontraban en sus casas o en la calle. Los dirigentes –algunos de ellos radicalizados- aseguran que los Gobiernos los persiguen sobre la base de una ley antiterrorista que tiene su origen en la dictadura de Agusto Pinochet.
Migrantes
Otro de los puntos fuertes de la gira chilena tendrá que ver con su presencia en la norteña Iquique, a unos 300 kilómetros de la frontera con Perú. Ahí, Francisco reiterará su condena a los discursos contra la inmigración. El tema elegido no es fruto de la casualidad. Meses atrás, el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) de la Universidad Católica dio a conocer una encuesta según la cual un 40% de los consultados piensa que "con la llegada de tantos peruanos, Chile está perdiendo su identidad".
El mismo jueves, Bergoglio llegará a Lima. El pontífice viajará al corazón del Amazonas peruano, uno de los pulmones del mundo, donde también se reunirá con pueblos autóctonos y reiterará su llamado al cuidado de "nuestra casa común", el planeta. Perú tiene sus propias tensiones desde que el presidente Pedro Pablo Kuczynski indultara al autócrata Alberto Fujimori. En ese país volverá a escuchar denuncias de abusos sexuales cometidos por integrantes de la Iglesia. Días atrás, el Papa decidió intervenir al grupo católico conservador Sodalicio de Vida Cristiana, cuyo fundador, Luis Fernando Figari, también ha sido acusado de haber vejado menores.