Dimite el número dos del FBI, Andrew McCabe, objeto habitual de las críticas de Trump

El director adjunto del Oficina Central de Investigaciones (FBI), Andrew McCabe, ha presentado su dimisión, según informa la prensa estadounidense. McCabe se había convertido en una de las dianas más habituales del presidente Donald Trump, quien ha cuestionado en varias ocasiones su imparcialidad a raíz del papel que la agencia ha desempeñado en la investigación de la trama rusa, que examina los posibles vínculos entre el entorno de Trump y el Kremlin, acusado por la inteligencia estadounidense de interferir en las pasadas elecciones presidenciales. La prensa había informado de su intención de jubilarse en marzo, pero más recientemente se publicó que el presidente había pedido su cabeza, instando al fiscal general (ministro de Justicia), Jeff Sessions, a que le despidiera.

Tras más de dos décadas de carrera en el FBI, McCabe asumió temporalmente el cargo de director interino de la agencia en mayo, después de que Trump destituyera a James Comey, el hombre que hasta entonces había liderado las investigaciones de la trama rusa. Para muchos conservadores no era hombre de fiar, especialmente tras revelarse que su mujer recibió cientos de miles de dólares en donaciones del entorno de Hillary Clinton para su fallida campaña como candidata al Senado estatal de Virginia en el 2015. Trump llevó esas suspicacias al extremo cuando le preguntó durante una conversación privada en mayo a quién había votado en las últimas elecciones. Según 'The Washington Post', McCabe le contestó que no había votado a nadie.

Acosado

La portavoz de la Casa Blanca ha asegurado que Trump no ha tenido nada que ver en la renuncia de McCabe, pero todo indica que su marcha podría ser una respuesta a las presiones de las que ha sido objeto en los últimos meses. El portal de información política Axios publicó recientemente que Sessions ha estado presionando al actual director del FBI, Christopher Wray, para que se deshiciera de McCabe, pero este no solo se negó a hacerlo sino que amenazó con dimitir en caso de que continuasen las presiones.

Este último sobresalto en la cúpula de la seguridad estadounidense llega solo un día antes de que Trump pronuncie su primer discurso sobre el Estado de la Unión ante las dos cámaras del Congreso. De acuerdo con lo que se ha adelantado, se espera que el presidente aborde los logros del primer año de su mandato y perfile sus objetivos políticos para el 2018, incluido el plan para remozar las infraestructuras.