Heraldo-Diario de Soria

CRISIS EN EL PAÍS AFRICANO

Disturbios en Zimbabue ante las denuncias de fraude electoral

El líder opositor proclama la victoria y reclama al partido gobernante que publique los resultados. Una persona ha muerto en los disturbios que se han producido en Harare y los alrededores

Un hombre ayuda a un herido a salir de una de las zonas conflictivas en el marco de las protestas por el resultado de los comicios en Zimbabue.-YESHIEL PANCHIA (EFE)

Un hombre ayuda a un herido a salir de una de las zonas conflictivas en el marco de las protestas por el resultado de los comicios en Zimbabue.-YESHIEL PANCHIA (EFE)

Publicado por
MARCEL GASCÓN
Soria

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Un hombre ha muerto este miércoles en Harare, la capital de Zimbabue, al ser alcanzado por disparos del Ejército durante los disturbios en que ha desembocado una protesta por el fraude electoral que denuncia la oposición, que señala al partido gobernante de esa manipulación de resultados. 

Los desórdenes han comenzado ante la sede de la Comisión Electoral, donde centenares de personas han lanzado piedras, cortado calles y prendido fuego a neumáticos mientras gritaban lemas contra el supuesto fraude y exigían la publicación de los resultados de los comicios presidenciales del lunes.

La policía utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a la masa, que llevó su protesta violenta a la sede de la Unión Nacional Africana de Zimbabue - Frente Patriótico (ZANU-PF), el partido gobernante. Los manifestanes también trasladaron la protesta a otras zonas de la capital exigiendo que se reconozca la "victoria" del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) y de su candidato presidencial, Nelson Chamisa.

El Ejército se ha desplegado posteriormente en las calles de Harare para tratar de contener la protesta. Durante las algaradas se han quemado numerosos vehículos.

Paciencia

Chamisa había proclamado este martes la victoria del Movimiento por el Cambio Democrático al tiempo que ha dicho ser víctima de una trampa electoral como las que permitieron permanecer en el poder durante casi cuatro décadas a Robert Mugabe, que fue depuesto el pasado mes de noviembre por el Ejército y por su propio partido.

"Hemos ganado (...) La manipulación de los resultados no podrá alterar vuestra voluntad", escribía Chamisa en su cuenta de Twitter. Su rival, el presidente de Zimbabue y candidato a la reelección por ZANU-PF, Emmerson Mnangagwa, ha pedido a sus compatriotas en un mensaje de Twitter "madurez y paciencia", y ha emplazado a los líderes políticos a evitar "declaraciones provocadoras".

Minutos antes de que estallara la violencia, la Comisión Electoral había anunciado unos resultados que dan a ZANU-PF un triunfo por más de dos tercios del voto en las legislativas, celebradas al mismo tiempo que las presidenciales. La Comisión -que ha sido acusada de favorecer al partido gobernante- pospuso hasta el jueves el anuncio de los esperados resultados de las presidenciales.

Cita histórica

Estos comicios presidenciales son los primeros en 38 años sin  Mugabe. Si los resultados de las elecciones presidenciales no dan la mayoría absoluta a Mnangagwa o Chamisa, los zimbabuenses elegirán presidente en segunda vuelta el 8 de septiembre.

La misión de observadores de la Unión Europea ha lamentado que las elecciones del lunes no se dieran en condiciones de igualdad para todos los candidatos, y ha citado el uso partidista de los recursos del Estado, la parcialidad de los medios públicos y episodios de "coerción e intimidación" entre los elementos que deslegitiman estos comicios.

Tras poner fin hace ocho meses al mandato de casi 40 años del autoritario Mugabe, Zimbabue necesita de un proceso electoral creíble para conseguir que se le levanten las sanciones económicas que pesan contra el país y recuperar la confianza de los inversores extranjeros, cruciales para poder reanimar la maltrecha economía nacional.

Los incidentes de Harare hacen temer una reedición de la violencia que Zimbabue ha vivido en pasadas elecciones. Decenas de personas murieron en Zimbabue durante las elecciones del 2008 en la ola de ataques contra seguidores del Movimiento por el Cambio Democrático desatada por los cuadros de ZANU-PF y el aparato del Estado que controlaba el entonces partido de Mugabe.

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