Muchos silencios y pocos apoyos a Maduro
EEUU niega estar detrás del ataque e insinúa que el propio Gobierno venezolano puede estar detrás
El ataque contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha sido acogido con un sorprendente silencio internacional, incluso entre los países latinoamericanos, a excepción de los tradicionales aliados del Gobierno de Caracas y de su enemigo declarado, Colombia, que negó la acusación de estar detrás. Entre los estados europeos, solo el Gobierno español expresó su "firme condena" a la "utilización de cualquier tipo de violencia con fines políticos".
Sin ser mencionado este vez por Maduro, el Gobierno estadounidense negó estar detrás del ataque. "Puedo decir inequívocamente que no hay participación del gobierno de Estados Unidos en esto, en absoluto", afirmó John Bolton, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, que llegó a insinuar que el propio Gobierno venezolano podría estar tras la explosión. "Podría haber muchas cosas (detrás de lo sucedido), incluido un "pretexto", señaló Bolton.
Delito de "lesa humanidad"
Sin embargo, para los tradicionales aliados de Venezuela, no hay duda de que se trató de un atentado, que el presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó de "delito de lesa humanidad". "Este intento de magnicidio, que es un delito de lesa humanidad, solo muestra la desesperación de un imperio derrotado por un pueblo valiente. Nuestra solidaridad. ¡Fuerza hermano presidente Nicolas Maduro y pueblo bolivariano!", escribió Morales en uno de los dos mensajes publicados en Twitter
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el exmandatario Raúl Castro condenaron "enérgicamente" el atentado, y reiteraron su "apoyo irrestricto" al mandatario. También los gobiernos de Irán, Rusia Turquía y Siria se manifestaron sobre el ataque a Maduro.
Teherán denunció un suceso que "sirve a los intereses de los enemigos del Gobierno y el pueblo venezolanos" mientras que el ministerio ruso de Asuntos Exteriores afirmó que "utilizar métodos terroristas como medio de lucha política es categóricamente inaceptable".
Reacción de España
En España, el Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que reiteraba la condena del Gobierno "a la utilización de cualquier tipo de violencia con fines políticos y desea a los heridos una pronta recuperación". La grave crisis que atraviesa Venezuela demanda una salida pacífica, democrática y negociada entre venezolanos", aseveró el Ministerio en su nota oficial.
Para el Gobierno español, dicha salida debe ocurrir siempre "en el marco del Estado de Derecho" y deberá estar fundamentada en "el retorno a la institucionalidad democrática, el respeto a los Derechos Humanos, la liberación de los presos políticos y la atención a las apremiantes necesidades de la población".