Operación 'Boca de Lobo'
El gobernador de Río de Janeiro es detenido por corrupción y lavado de dinero
Luiz Fernando Souza es acusado de recibir sobornos y desviar recursos públicos al extranjero
Unos 150.000 reales (34.000 euros) mensuales acumulados entre 2007 y 2014, más otros pagos que, al sumarse, totalizan 8,87 millones de euros y estarían relacionados con sobornos y lavado de dinero, condujeron a la cárcel al gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Souza, un mes antes de abandonar su cargo. Souza, a quien se lo conoce como Pezão, que quiere decir en portugués "pie grande", ha dado el paso más inesperado de su carrera política iniciada como dirigente del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el partido del presidente interino Michel Temer, a quien se le augura un destino judicial complicado una vez que tome la posta el ultraderechista Jair Bolsonaro, el próximo 1 de enero. La policía fue a buscar a Pezão a su casa. Apenas tuvo tiempo de avisarle al vicegobernador Francisco Dornelles que se hiciera cargo de lo que queda de una criticada gestión.
De acuerdo con el abogado del gobernador, Flávio Mirza, citado por el diario carioca O Globo, Pezão negó haber recibido semejante suma de dinero ilegal. La cuenta bancaria en la que la policía se basó para detenerlo, dijo el letrado, "está desactivada y cerrada". El gobernador, añadió Mirza, "nada tiene que esconder". Por lo pronto, todo parece indicar que no será parte del cambio de mando en el segundo estado de Brasil. A partir del primer día del año venidero, será administrado por Wilson Witzel, un ex juez federal completamente identificado con la política de seguridad de Bolsonaro. Witzel aseguró que "la transición no será afectada" y auditará todos los contratos heredados.
La operación "Boca de Lobo", derivada de la megacausa "Lava Jato" que ha afectado a buena parte de la clase política y empresarial de ese país, selló también la suerte de Pezão después que fuera señalado por otro procesado que se amparó en el sistema de la "delación premiada" para reducir su pena. Lo acusó nada menos que Carlos Miranda, el ex operador financiero de Sergio Cabral, el anterior gobernador de Río, quien ha sido condenado a 180 años de cárcel si se cuentan todas las causas por corrupción que carga sobre sus espaldas.
Pezão fue llevado a una prisión de la Policía Militar en Niterói, en las afueras la "ciudad maravillosa". Ya forma parte de una larga lista de gobernadores de Rio de Janeiro que, desde 1998, pasaron por la cárcel. Anthony Garotinho (1999-2002), Rosinha Matheus (2003-2007) y Cabral (2007-14). A diferencia de sus antecesores, Pezão es el primero que enfrenta a la justicia estando en funciones ejecutivas.