CRISIS DE REFUGIADOS
Bangladés dice que no puede acoger a más refugiados rohinyás
Vista del mayor campo de refugiados del mundo, Kutupalong en Bangladés.-EFE
Bangladés ha advertido al Consejo de Seguridad de la ONU que no puede acoger a más refugiados rohinyás, minoría étnica musulmana, que huyen de la represión del Ejército de Birmania (Myanmar). A lo largo de los últimos 18 meses, más de 700.000 de ellos se han visto obligados a abandonar sus hogares en el estado birmano de Rakáin y buscar protección al otro lado de la frontera.
"Lamento informar de que Bangladés no está en condiciones de acoger a más personas de Birmania", ha indicado el ministro de Exteriores de Bangladés, Shahidul Haque, que ha acusado al régimen de Rangún de "promesas vacías y de llevar a cabo una política obstruccionista" en las negociaciones para facilitar el retorno de los refugiados. "Ni un solo rohinyá se ha presentado voluntario para volver a Rakáin debido a la falta de garantías de seguridad", ha destacado Haque.
Al menos 16.000 rohinyás llegaron al campo de refugiados de Kutupalong en Bangladés, el mayor del mundo, entre agosto y diciembre del 2017, en medio de una brutal campaña de violencia que dejó miles de muertos, mujeres violadas y pueblos arrasados. Una fuerte represión que la ONU ha calificado de limpieza étnica y posible genocidio.
RETORNO FALLIDO
Por su parte, Birmania sostiene que está lista desde enero para aceptar el regreso de los refugiados, pero la ONU considera que aún no se dan las condiciones adecuadas para su vuelta. Los rohinyás aseguran que quieren garantías de su seguridad y ser reconocidos como ciudadanos antes volver.
Varios miembros de países occidentales del Consejo de Seguridad han pedido que el retorno de los refugiados se lleve a bajo condiciones de seguridad, de forma voluntaria y digna y han presionado al Gobierno birmano para que permita a la ONU un acceso amplio y sin restricciones a Rakáin, lo que ahora no sucede, según ha explicado la enviada de la ONU para Birmania, Christine Schraner-Burgener que no ha dudado en calificar lo que está ocurriendo con los rohinyás como uno de "los acontecimientos más terribles de este siglo".
El pasado diciembre, el Reino Unido propuso un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad que tenía como objetivo marcar un plazo a Birmania para que permitiera el retorno de los refugiados y abordara la rendición de cuentas, pero China y Rusia la vetaron con el argumento de que es a los "dos países (Birmania y Bangladesh) encontrar una solución", según dijo entonces el 'número dos' chino ante la ONU, Wu Haitao.