ADVERTENCIA
Pekín, a los manifestantes de Hong Kong: "Quien juega con fuego muere quemado"
El Gobierno chino envía a la vecina Shenzhen a 12.000 agentes antidisturbios para participar en un simulacro
El Gobierno de China y los jóvenes manifestantes de Hong Kong se pelearon por el relato el día después de que la excolonia experimentara la primera huelga general en medio siglo y la última ración de disturbios callejeros.
La oficina china en Hong Kong había anunciado una rueda de prensa para presentar su nuevo plan en la crisis pero se ventiló el acto con las habituales amenazas. "Nos gustaría avisar a todos los criminales de que no deben malinterpretar la situación y confundir nuestra contención con debilidad", avisó.
El discurso oficial pasa por responsabilizar a un puñado de radicales de liderar las protestas desde la sombra y de haber engañado o presionado a "ciudadanos bienintencionados" para sumarse. "Nos gustaría dejar claro al pequeño grupo de criminales sin escrúpulos y violentos y a las fuerzas que están detrás que quienes juegan con fuego mueren quemados", añadió el departamento del Gobierno chino que se encarga de las cuestiones relativas a Hong Kong.
PRIMERA RUEDA DE PRENSA
Los jóvenes ofrecieron su primera rueda de prensa hasta ahora. Su anonimato y ausencia de liderazgo las habían desaconsejado pero el anuncio gubernamental de comparecencias diarias recomienda una respuesta. Aparecieron con un traductor de signos, sin nombres y con los cascos de obra y camisetas negras que han relevado a los paraguas como iconos de las revueltas hongkonesas. "Condenamos con fuerza a la policía por la serie de actos violentos y urgimos a los agentes y al Gobierno a no ser enemigos del público", afirmaron.
Lo más relevante de la jornada llegó desde la vecina Shenzhen. Hasta esa ciudad llegaron este martes 12.000 agentes antidisturbios chinos para participar en un simulacro de las más que probables protestas de la inminente celebración del 70 aniversario del país. Las grabaciones fueron colgadas en la web del 'Global Times', el diario más ultranacionalista de la propaganda. El mensaje, por si no llegaba, quedó rematado con las camisetas de negro y los cascos de los que simulaban ser manifestantes.