Iniciativa política en el Elíseo
Macron abona el terreno para un nuevo duelo con Le Pen
"Queremos retomar el control de nuestra política migratoria", asegura el primer ministro francés al presentar un plan de lucha contra la inmigración irregular
El Gobierno francés ha presentado este miércoles un plan para regular los flujos migratorios que endurece la actual legislación, establece cuotas para mano de obra extracomunitaria, limita el acceso a la sanidad de los solicitantes de asilo y pretende acelerar la expulsión de los inmigrantes en situación irregular.
Un paquete de una veintena de medidas que, en palabras del primer ministro, Edouard Philippe, tiene como objetivo retomar el control de la política migratoria y afirmar la soberanía del país. En el nuevo arsenal legislativo se ha buscado un equilibrio entre derechos y deberes sin ceder al populismo, ha agregado el jefe del Ejecutivo.
El diario 'Le Monde' recuerda en su edición de este jueves que desde 1945 Francia ha aprobado cien reformas que han endurecido la legislación en materia migratoria una cada dos años- sin por ello impedir el avance de la extrema derecha.
Entrar de lleno
Pero la estrategia de Emmanuel Macron en la segunda parte de su mandato es precisamente colocar la inmigración en el centro del debate político para evitar que el único discurso audible sea el de la ultraderecha y convertir las próximas elecciones presidenciales en un nuevo duelo con Marine Le Pen. Por eso ha pedido al Gobierno entrar de lleno en el asunto.
El Ministerio de Trabajo fijará "objetivos cuantitativos" por sector de actividad de inmigrantes económicos que debatirá anualmente el Parlamento. No se hará a base de cuotas nacionales sino en función de las competencias y trabajos para los cuales los empresarios tienen dificultad en encontrar mano de obra francesa. La cuestión no es cuantitativa sino cualitativa, ha indicado la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud. Actualmente, este tipo de inmigración supone unos 33.000 permisos de residencia, un 13% del total.
La ministra de Sanidad, Agnes Buzyn, ha confirmado que habrá tres meses de carencia antes de que los solicitantes de asilo puedan acceder a la sanidad pública, un periodo del que estarán excluidos los menores. Además, habrá restricciones a la llamada Ayuda Médica de Estado (AME) para casos de operaciones quirúrgicas que necesiten cita previa. Si un inmigrante tiene una orden de expulsión tampoco podrá acceder a la sanidad pública.
Evacuación de campamentos
Por lo que respecta al departamento de Interior, su responsable, Christophe Castaner, ha anunciado la creación de tres nuevos centros de retención administrativa en la actualidad hay 25 y las asociaciones humanitarias denuncian a menudo las lamentables condiciones en las que se encuentran los migrantes-que tendrán como objetivo agilizar las expulsiones. También se reforzarán los efectivos de la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas y del Tribunal Nacional de Derecho de Asilo para que las solicitudes se resuelvan en seis meses.
Castaner ha prometido evacuar los campamentos ilegales de migrantes del noreste de París en el que se calcula que hay entre 1.500 y 3.000 personas- antes de fin de año. El Gobierno no modificará la actual normativa sobre reagrupación familiar, pero ha anunciado mayores controles para evitar abusos.
Por último, el Gobierno defiende una refundación del sistema Schengen, armonizar los sistemas de asilo de los países de la unión Europea y endurecer el reglamento de Dublín, pero para ello tendrá que contar con el resto de socios comunitarios y de momento no parece haber consenso para avanzar en ese terreno.
En todo caso, dos ministros harán una gira de capitales para presentar al resto de socios sus propuestas. El plan presentado este miércoles ha provocado las primeras fisuras en La Republique en Marche, aunque el presidente se apresuró a llamar al orden a su ministra de Justicia, Nicole Belloubet, que había criticado el sistema de cuotas.