CRISIS SOCIAL
Chile cumple 50 días de protestas: "La presión a Piñera no puede parar"
Manifestantes y Carabineros protagonizaron una vez más episodios recurrentes durante las protestas de las últimas semanas
Miles de chilenos marcharon este viernes por las calles de Santiago de Chile para presionar al presidente Sebastián Piñera con el objetivo de que tome "medidas profundas" que reduzcan la desigualdad en su país, que cumple hoy 50 días desde el inicio del estallido social.
Congregados en la Plaza Italia, el epicentro de las protestas durante las últimas siete semanas, los manifestantes hicieron una demostración de fuerza después de varios días de tibias convocatorias.
"Entiendo que haya miedo a salir a la calle y protestar, pero hay que seguir metiendo presión al presidente hasta que venzamos", dijo a Efe Romina Sánchez, trabajadora de la aduana.
Para Sánchez, el Gobierno "no ha querido escuchar" porque, en vez de hacer llamamientos al diálogo, ha impulsado "leyes cada vez más represoras", haciendo referencia a la ley aprobada el pasado miércoles por la Cámara de Diputados que endurece las penas por saqueos y desmanes públicos.
"La marcha de la esperanza"
Con el lema "La marcha de la esperanza" se difundió el viernes una convocatoria por las redes sociales que llevaba la imagen de Gustavo Gatica y Fabiola Campillai, quienes perdieron la visión en sus dos ojos por la presunta actuación de las fuerzas del Estado.
El joven Gatica recibió disparos de perdigones en el rostro durante una manifestación y quedó ciego, y Campillai también perdió la vista tras el impacto de una bomba de gas lacrimógeno.
"No puede haber impunidad en las violaciones de los derechos humanos, y es por eso que las protestas no van a calmarse", aseguró la joven Romina Sánchez.
Aunque la marcha se desenvolvió en un ambiente reivindicativo y pacífico, no faltaron duros enfrentamientos entre jóvenes manifestantes y agentes del cuerpo policial de Carabineros en las calles aledañas a la Plaza Italia.
De la misma forma, cientos de personas se concentraron en las cercanías del centro comercial Costanera Center, aledaño a la Gran Torre Santiago, la mayor de Iberoamérica, e incluso decenas de ellas entraron en las instalaciones.
Manifestantes y Carabineros protagonizaron una vez más episodios recurrentes durante las protestas de las últimas semanas, con lanzamientos de piedras por parte de los primeros, y la utilización del camión lanza agua y de bombas lacrimógenas por parte de los uniformados.
Cambios profundos en el sistema
El estudiante universitario José Gallardo opinó que "la presión de la calle tiene que acabar provocando cambios más profundos, porque de momento el Gobierno no nos da ninguna solución, solo invierte cada vez más dinero en Carabineros".
El joven de la norteña ciudad de Antofagasta, que viajó a la capital chilena para participar en las movilizaciones, aseguró a Efe que "mucha de la gente que se queda en casa tiene otras formas de apoyar a los jóvenes que vamos a las marchas", como "difundir información sobre las vulneraciones de los derfechos humanos producidas por uniformados".
Tras 50 días de protestas en el país andino, se han registrado al menos 23 personas muertas en distintos actos de violencia, de las que al menos cinco fueron presuntamente como resultado de la la acción de agentes del Estado.
El estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) informó este viernes de que ha presentado 685 denuncias por exceso del uso de la fuerza por parte de los uniformados.
"No hemos logrado nada"
El trasfondo de las movilizaciones que llevan 50 días sacudiendo Chile es la crítica a su modelo neoliberal, considerado el origen de las desigualdades en el país y apuntalado en la Constitución de 1980 bajo la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
"Todavía no hemos logrado nada", lamentó Denisse Araya, de 31 años, quien explicó a Efe que se endeudó con un banco para poder estudiar Química y que todavía le quedan 20 años para poder devolver el préstamo.
Araya señaló como principales problemas las millonarias ganancias de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), empresas privadas que gestionan las pensiones de la mayoría de chilenos, así como la privatización del sistema de salud, la falta de vivienda social o la necesidad de establecer la paridad de género en el órgano encargado de redactar una hipotética nueva Constitución, si así se decide en el plebiscito previsto para abril de 2020.
"Si el Gobierno no ofrece una respuesta a todo esto, la gente va a seguir en la calle", pronosticó la joven química.