NUEVA ALIANZA
Una extraña pareja en el Gobierno de Austria
El conservador Kurz regresa al poder junto a los Verdes tras el fiasco de la coalición con la extrema derecha La fórmula con los ecologistas supone un "osado" experimento, según reconocen desde ambos partidos
El dirigente conservador Sebastian Kurz ha retomado el poder en Austria después de que este martes se consumara su gabinete de coalición con los Verdes. El mandatario ha asumido el juramento casi ocho meses después de que su alianza con la extrema derecha se derrumbara a raíz de un escándalo en el que el entonces vicecanciller, el ultra Heinz-Christian Strache, fuera cazado pactando con una falsa millonaria rusa donaciones a su partido a cambio de favores políticos.
La formación de este Ejecutivo, que cuenta con 97 de los 183 escaños del Parlamento, ha estado precedida por tres meses de arduas negociaciones para pactar un difícil compromiso, dadas las posturas divergentes de los dos socios de coalición. Kurz, líder del Partido Popular austríaco (ÖVP), y los 16 miembros de su nuevo gabinete han prestado juramento ante el presidente austríaco, Alexander van der Bellen, antiguo dirigente de Los Verdes.
Escándalo en Baleares
Tanto Kurz como el líder de Los Verdes, Werner Kogler, han admitido que, pese a que gobernar juntos es "una osadía", ambos están a favor de llevar adelante el experimento. "Nuestra democracia está viva. Tiene fuerza para su propia depuración y renovación. Lo hemos logrado juntos muy bien, lo que me hace sentir optimista", ha declarado Van der Bellen.
El jefe de Estado aludía así a las turbulencias vividas en Austria este año tras el escándalo de corrupción en el que se vio involucrado el partido ultranacionalista FPÖ, entonces aliado con los populares en el poder, y que hizo saltar por los aires a la coalición gobernante en mayo del 2019.
La prensa alemana publicó entonces un vídeo filmado con cámara oculta en el verano del 2017 en una finca de Ibiza en el que se ve a Strache prometer favores políticos a una supuesta empresaria millonaria rusa a cambio de financiación electoral. El 'caso Ibiza' provocó la ruptura de la coalición entre conservadores y ultranacionalistas, que el Parlamento austríaco tumbara con una moción de censura al Gobierno de Kurz, que fue sucedido por un Ejecutivo de tecnócratas, y que se convocaran elecciones anticipadas.