Las tres estrellas de Isabel

Isabel Alameda es de Hortezuelos, pedanía de Santo Domingo de Silos. Ella ha trabajado siempre muy duro en la cocina del Tres Coronas, que es como decir tres décadas de cocina diaria respondiendo a la comanda de un comensal que llega desde muchos lugares imantado por el potencial turístico y cultural de la villa del gregoriano. Isabel está al frente de una cocina que diseñó Emeterio Martín a finales de los 70 del siglo pasado. Él fue capaz de definir la gastronomía local ante la inercia de un turismo cultural que comenzaba a llenar las calles y la plaza de Santo Domingo de Silos.

Toda una metáfora: la cocina diseñada por un hombre, hoy es dirigida por Isabel, que cuenta también con un equipo de mujeres, tanto en sala como en cocina. Ella procura tener pocos hombres a su lado en el trabajo porque las mujeres son más resueltas y efectivas, asegura. Lo cierto es que Isabel es de esas mujeres que lleva currando toda la vida en la cocina de un restaurante. De ahí que Emeterio Martín, su jefe, la haya convertido en jefa de cocina, un título del que ella misma habla con recelo: «Me da apuro, con tanto chef como hay ahora en la gastronomía…», asegura. Aunque no se lo hayan dicho muchas veces, Isabel no solo es chef, sino una auténtica estrella de la gastronomía burgalesa. Los motivos son muchos: lleva asando, guisando, escabechando, elaborando postres y respondiendo a una comanda a diario desde hace 35 años.

Isabel defiende esta comanda: cabrito por encargo y cordero todos los días en horno de leña y a la vista del público. Alubias rojas, cocidos, estofados, merluza y trucha, siempre. Y la misma receta de pollo guisado y conejo a la cazuela: «Nos lo siguen pidiendo desde hace años», dice. Todas las carnes rojas son de la Sierra de la Demanda. La morcilla de Burgos es más que obligada y el queso fresco con membrillo, también. Al margen de otros platos, esta es la comanda que sigue triunfando en el Tres Coronas, en la Plaza Mayor de Santo Domingo de Silos, donde se puede comer a diario por 13 euros y, a la carta, entre 35 y 40.