GASTRONOMÍA | LA FAROLA
La farola de Virginia
Virginia Rico ha trabajado en la hostelería toda su vida. Su pequeño bar Tejedor en Turégano ya era conocido por sus pinchos y por su simpatía. Hoy ha cumplido su sueño a 23 kilómetros de su pueblo, en La Velilla, que es la puerta de entrada a Pedraza de la Sierra. Su bacalao al ajo arriero al estilo de Turégano o las variantes a la vizcaína o con salsa de boletus y foie ya se han ido ganando la aceptación de los comensales desde que en mayo de 2018 retomara el restaurante La Farola conservando su nombre.
Su marido, Salva de Miguel, es ganadero y natural de la Velilla, con lo cual, cuando Vicki -que así la llaman- toma comanda, asegura que además de que los garbanzos son segovianos y de Valseca, también las carnes rojas son segovianas y de `la casa’. Ha decidido desmarcarse de la comanda de la zona, monopolizada por el asado de cordero y cochinillo.
Por eso, ha optado por los pescados y por unos platos con raciones generosas, como lo demuestran sus exitosas fabes con almejas. Virginia se ha decidido por platos como el rabo de toro, las carrilleras de ternera glaseadas o incluso un personal steak tartar y no faltan nunca en la carta los escalopines de presa, los morritos de cerdo guisados con setas o el revuelto de huevos camperos con boletus de la sierra. Un servicio familiar y una decoración amable le ha cosechado por el momento una buena aceptación entre los turistas y comensales de la zona.
En La Farola se puede comer por una media de 25/30 euros, aunque mantiene el menú del día en la franja de los 12 euros, pues Virginia es consciente que debe responder a la demanda de los propios habitantes además de a la de los turistas que se alojen en la zona y quieran comer a diario. Le acompañan en el restaurante Sari en la cocina y Nerea en el comedor, todas ellas de la zona. Han conseguido crear ese clima familiar con un buen servicio y buen precio a las puertas de Pedraza de la Sierra, icono y joya de la geografía monumental segoviana. Virginia acaba de empezar su singladura como jefa de cocina y comanda propia. El tiempo irá definiendo su comanda, pero por ahora se ha ganado el aplauso por sus platos abundantes y por su sonrisa.