PRODUCCIÓN
El uso del estiércol como fertilizante aumenta en los cultivos ecológicos
Alternativas La utilización de este producto como abono permite reciclar los nutrientes que fueron suministrados a los animales / También se ha probado a generar biogás con este desecho
El estiércol es un fertilizante orgánico excelente debido a su alto contenido en nitrógeno y materia orgánica y que desde la antigüedad se ha utilizado para aprovechar los residuos del ganado y, también, restaurar los niveles de nutrientes los suelos agrícolas. Y es que el incremento de este producto se debe a que cada vez son más los que apuestan por una siembra ecológica y prescinden de productos químicos.
Además, el uso del estiércol como fertilizante recicla los nutrientes que fueron suministrados a los animales. Este aprovechamiento ayuda a utilizar mejor los recursos de la tierra. Además, los nutrientes de este producto son también más difíciles de lixiviar fuera de la suciedad en las fuentes de agua y aguas subterráneas circundantes, protegiendo la calidad del agua.
Así las cosas, para saber qué dosis se puede aplicar, lo mejor es saber la cantidad agronómica. Es el balance entre el nitrógeno que extrae el cultivo durante su ciclo y el nitrógeno que hay en el suelo en forma inorgánica y el que se aplica en el agua de riego. Para igualar el balance, se añade el nitrógeno con el fertilizante a usar, que en este caso es el estiércol.
Y es que la posibilidad de manejar la hienda como algo sólido también proporciona la opción de elaborar compost -producto obtenido a partir de diferentes materiales de origen orgánico- con el que se pueden mejorar las propiedades del terreno. «Es mucho más eficiente si ha sido sometido a un tratamiento previo», explica el profesor de Química Ambiental de la Universidad de Burgos, Luis Marcos Naveira.
Entre sus ventajas se encuentra que en las fincas donde se compagina la agricultura y la ganadería, el estiércol puede reingresar de nuevo en la explotación para cerrar el ciclo. Por otra parte, aunque haya que someterlo a un proceso de fermentación y transformación, más tarde se consigue un producto final de innumerables ventajas al de partida. Se requieren al menos seis meses para conseguir un resultado aceptable.
A esto se suma que el proceso de compostaje es muy beneficioso eliminando semillas de malas hierbas, transformando muchos de sus nutrientes por la acción de los microorganismos. También elimina virus, hongos y bacterias además de mejorar su estructura físico-química. Continuando con sus beneficios, también es importante destacar que se consiguen mayores cantidades de humus que con la misma cantidad de materia aplicada directamente al suelo. Y es que el estiércol, tras su compostaje, se convierte en una materia muy rica en microbiana beneficiosa.
Asimismo, las mezclas de estiércol tratadas anaeróbicamente producen biogás. Ciertos dispositivos, llamados biogestores, someten a los residuos a la acción de las bacterias. En este proceso se produce lo que se denomina biogás, compuesto principalmente por metano, altamente inflamable.De esta manera, como resto queda un lodo que puede usarse como fertilizante. Algunas instalaciones permiten así que el biogás genere electricidad. También es posible utilizarlo a nivel doméstico en cocinas y hornos.
Otro uso del estiércol que se ha probado en diferentes lugares del mundo es como sustrato para la elaboración de raciones alimentarias para el ganado debido a la importante cantidad de proteínas que contienen estos desechos. Para ello tiene que haber un acondicionamiento previo.
Junto al impacto ambiental que supone la gestión de purines, esta serie de cuestiones son de suma importancia porque el incumplimiento de estas normas de condicionalidad pueden dar lugar a reducciones y/o penalizaciones en estas retribuciones al margen de las posibles sanciones y responsabilidades por vulneración de alguna que otra norma más.