Heraldo-Diario de Soria

Apuesta de 50 millones de euros para introducir el gusano de la harina en la dieta humana

La compañía Tebrio invertirá más de 50 millones en Salamanca para producir 100.000 toneladas de alimentos derivados del gusano de la harina / Se considera 'la proteína del futuro'

Cata de vinos de la Denominación de Origen Rueda con un menú de ‘chef’ a base de insectos. GUILLERMO DEL PALACIO

Cata de vinos de la Denominación de Origen Rueda con un menú de ‘chef’ a base de insectos. GUILLERMO DEL PALACIO

Publicado por
SANTIAGO G. DEL CAMPO
Soria

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Quién le hace ascos a un buen plato de caracoles, a una suculenta langosta o a sus primas más pequeñas, las quisquillas? Esa es la filosofía con la que la antigua Mealfood Europe, con sede en Salamanca, suma músculo financiero, se rebautiza como Tebrio, y se lanza a la producción de insectos para consumo humano. Científicos, organizaciones internacionales y expertos en alimentación auguran que los insectos y sus derivados constituirán una buena parte de la dieta dentro de una o dos décadas, hasta el punto que ya se les considera ‘la proteína del futuro’.

Después de una experiencia previa de producción de insectos para consumo animal, sobre todo para acuicultura, Tebrio ha anunciado una inversión de más de 50 millones de euros en la construcción de un complejo de 70.000 metros cuadrados a comienzos de 2022 en la provincia de Salamanca, que permitirá una producción de 100.000 toneladas de alimentos derivados del Tenebrio molitor (gusano de la harina) para consumo humano.

Constituye una importante inversión para este innovador tipo de ganadería. Hasta ahora, lo más parecido en el sector alimentario en España podrían ser las explotaciones de Helix aspersa o caracol común, el famoso gasterópodo tan apreciado en la gastronomía mediterránea, en especial en Francia y España. Ya es tan tradicional que su cultivo, como el de la miel, tiene hasta nombre propio: helicicultura.

La cría del gusano de la harina, sin embargo, no tiene tradición alguna, todavía, así como las diversas técnicas de cría de multitud de especies de insectos que, con toda seguridad, irán conquistando poco a poco el mercado alimentario en los próximos decenios. Tebrio es la primera empresa en efectuar una apuesta tan fuerte en este nuevo producto.

De hecho, es la primera empresa biotecnológica española especializada en el proceso de cría industrial y transformación del insecto. Según explicó, a renglón seguido de su anuncio de inversión, la compañía ha desarrollado «soluciones industriales sostenibles con el objetivo de crear los alimentos del futuro». La firma alimentaria busca así dar respuesta a «la necesidad de plantear alternativas a la producción primaria en la alimentación de la población mundial, tanto como soporte básico para la producción vegetal, la producción animal como, en un futuro, para la alimentación humana».

La empresa biotecnológica fue fundada en 2014 en Salamanca –tiene su sede en la localidad charra de Doñinos de Salamanca, a escasos nueve kilómetros de la capital–, con la denominación de Mealfood, un nombre que evoluciona ahora a Tebrio con el objetivo de posicionar sus productos en los sectores premium de todos sus mercados. «Desde el nacimiento de Mealfood hasta ahora hemos estado trabajando en un potente desarrollo tanto tecnológico como empresarial, y consideramos que es el momento de llevar a cabo una evolución en nuestra marca, que nos posicione como líderes de esta industria a nivel mundial» señaló la cofundadora y directora ejecutiva de Tebrio, Adriana Casillas.

La compañía ha reforzado su potencia financiera con la gestora de capital riesgo de CriteriaCaixa, Caixa Capital Risc, y de la sociedad de inversión colectiva de tipo cerrado del CDTI Invierte Economía Sostenible, que permitirá a Tebrio efectuar esa inversión de más de 50 millones de euros en la provincia de Salamanca.

Esta nueva instalación, que la compañía califica como «singular a nivel mundial», permitirá a la organización alcanzar una producción de 100.000 toneladas de alimentos derivados del Tenebrio molitor. Actualmente la compañía cuenta con una sede de más de 3.000 metros cuadrados y una plantilla de 13 personas, entre ingenieros, bioquímicos, financieros, expertos en I+D y desarrolladores de negocio, que prevé incrementar hasta los 200 empleos directos durante los próximos cuatro años. 

Sostenibilidad

Desde su nacimiento, la empresa ha apostado por el desarrollo de la técnica con el objetivo de «poder cambiar la cadena alimentaria para siempre», aseguran fuentes de la compañía, «redefiniendo la cadena de valor global». Su tecnología, pionera a nivel industrial, «ha sido diseñada, aplicada y validada dentro de sus instalaciones, lo que convierte a Tebrio en el máximo referente de la cría y transformación de insectos para sus diferentes usos en alimentación, producción vegetal y otros usos industriales y no industriales».

Entre estos usos, la biotecnológica se dedica a cuatro líneas de producto: oProtein, destinada a la alimentación para mascotas y acuicultura, con un alto contenido en proteína: «Sus grandes beneficios nutritivos convierten a este producto en una oportunidad única para combatir el déficit global en la alimentación humana, en un futuro próximo», apunta la empresa; oLipids, dirigido a la alimentación para animales y otros usos técnicos, que tiene unas características similares al aceite de oliva; oFrass, el primer fertilizante orgánico basado en insectos registrado en el mundo para su uso en nutrición vegetal;  la quitina y el quitosano, utilizados actualmente en el mercado farmacéutico, cosmético, médico y agrícola principalmente. 

Además de perseguir la revolución tecnológica en su sector, Tebrio apuesta por la sostenibilidad, ya que desarrolla su producción «en un entorno de economía verde para poder mitigar el impacto climático de la producción industrial de alimentos en línea con los objetivos de desarrollo sostenible», explica la entidad. Se trata de «un modelo de producción circular, de residuo cero», puesto que «la compañía no libera ni amoniaco, ni metano, y reduce un 90% el consumo de agua, la tierra necesaria para la producción de sus productos y las emisiones de gases de efecto invernadero». 

La empresa suma más de seis años de experiencia en el sector, y subraya ahora que «seguirá apostando por la innovación tecnológica y por la sostenibilidad» para seguir utilizando el Tenebrio molitor «como base y complemento para conseguir una nutrición saludable basada en un recurso tan natural como la propia existencia animal».

Biotecnología

En su decidido camino al liderazgo –ya lo tiene a nivel nacional en la producción industrial de insectos, y es uno de los principales agentes del sector a escala europea–, Tebrio se ha convertido en la primera empresa biotecnológica que entra a formar parte de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio).

«Estamos muy satisfechos de incorporarnos a Asebio como socios de pleno derecho. En Asebio cuentan con una elevada representación de empresas del sector de la biotecnología agroalimentaria, que es donde englobamos nuestra actividad. Aprovecharemos cualquier posibilidad de colaborar con sus más de 270 socios y aprender de sus experiencias», señala Adriana Casillas.

La producción a gran escala y el desarrollo de tecnología propia en el campo de la cría y transformación industrial del Tenebrio molitor, a través de avanzados procesos de I+D+i, «permiten a Tebrio ofrecer un producto único en sus distintas categorías de negocio y totalmente adaptado a las necesidades de sus clientes».

Y es que «en un contexto de continuo crecimiento de población en todo el mundo, que implica un aumento de las necesidades de consumo de proteína animal, los insectos se postulan como una nueva fuente sostenible de proteína», explica Casillas. Se prevé que la demanda de proteínas en todo el mundo crecerá en 250 millones de toneladas de aquí a 2035, en parte porque las capturas de pescado se han reducido en dos millones de toneladas en los últimos años con el fin asegurar la sostenibilidad de los océanos. «Los insectos son la fuente más sostenible para complementar dicha demanda en los mercados de la acuicultura, avícola, pet food y porcino», apunta.

Catas

Pero si Tebrio es pionera y líder en la producción de insectos, otras empresas no se quedan a la zaga a la hora de subirse al tren de la dieta con insectos. Así lo han demostrado diversos productores alimentarios, la restauración y, en especial, las bodegas, que aportan el maridaje a imaginativos menús.

Una buena muestra de ello es la Denominación de Origen Rueda, pionera en la organización de catas dirigidas con menús de insectos. Y no se quedan en el gusano de la harina o Tenebrio molitor, sino que se atreven con hormigas, gusanos o grillos, que han acompañado a los vinos de Rueda diversas catas que se organizan desde el año 2018, aunque en este ejercicio no se han podido repetir por las restricciones de la pandemia de coronavirus. Unas catas que «han demostrado la versatilidad de la uva verdejo, capaz de acompañar los platos más complejos», apuntaron fuentes de la DO.

La DO Rueda ha llevado sus maridajes a Madrid, a la localidad suiza de Zurich con motivo de la feria Enofusión... Ha efectuado montajes con reconocidos chefs como, Miguel Carretero del restaurante Santerra, Carlos Berki de Casa Gabriel o el sumiller del restaurante Cebo, Jacinto Domenech, con propuestas tan innovadoras como unas milhojas crujientes con fresas y grillos o un tartar de gusanos.

«Los insectos son un producto novedoso en nuestro país, pero desde la DO Rueda queremos seguir su evolución en nuestro mercado, ya que sus sabores y aromas nos permiten demostrar la capacidad de nuestra uva autóctona, la verdejo, para acompañar los platos más sugerentes», afirmó en la última cita gastronómica el director general de la Denominación de Origen, Santiago Mora.

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