Heraldo-Diario de Soria

AGRICULTURA

Los siniestros se cobran ya más de 650.000 hectáreas en Castilla y León

El verano y sus continuas olas de calor han dejado hasta el momento daños en el campo por valor de 53,5 millones de euros en Castilla y León, de los que 31,8 millones son por sequía

Imagen de un campo de cereal en la provincia.-HDS

Imagen de un campo de cereal en la provincia.-HDS

Publicado por
IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

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El verano y sus continuas olas de calor han dejado hasta el momento daños en el campo por valor de 53,5 millones de euros en Castilla y León; más de la mitad, 31,8 millones de euros, son indemnizaciones por sequía. Además, Agroseguro ya ha abonado casi un 80% del total, 41,4 millones de euros. 

Por ahora son más de 650.000 las hectáreas afectadas en la Comunidad, lo que supone la mitad de la contratación, y todavía queda por sumar la afección del girasol, que ya se estima en al menos 150.000 hectáreas, una superficie considerada “elevadísima” para Castilla y León, según el director territorial de Agroseguro en Castilla y León, José Ignacio García Barasoain. 

Reconoció que, aunque el riesgo está activado hasta mediados de octubre con cultivos como girasol, viña, hortaliza o remolacha, va a ser “uno de los años con mayor siniestralidad de la historia del seguro”, provocado sobre todo por la excepcional climatología, con las temperaturas tan elevadas y durante tanto tiempo seguido, y la falta de agua. Y aunque en volumen de indemnización no se llegará a las cifras de 2017 o 2019, cuando se superaron los cien millones de euros, pero puso de manifiesto que en esta campaña se han registrado siniestros “en todas las líneas de aseguramiento”.

Por provincias, “la más afectada” ha sido Zamora, que percibirá una indemnización estimada en 9,8 millones de euros, y por detrás, Soria y Valladolid, con 8,8 y 8,3 millones, respectivamente. Y Burgos, donde Agroseguro calcula ya 7,4 millones de euros en daños, es la provincia con más superficie arrasada. Después, León, con 5,7 millones de euros; Segovia, con 3,9 millones; Palencia percibirá 3,8 millones; Salamanca, otros 3,2 millones, y Ávila, 2,6 millones de euros.

No obstante, la cifra todavía es provisional debido, principalmente, a que siguen activas tres líneas de seguro: uva de vino, daños en girasol dentro de los herbáceos, y los pecuarios. En la línea de uva de vino cabe recordar que actualmente se están desarrollando las evaluaciones finales de daños, coincidiendo con el final de garantías y la vendimia. En este sentido, la estimación es que las indemnizaciones se situarán, al menos, en el entorno de los cinco millones de euros. En cultivos herbáceos todavía están sin peritar los daños en girasol, y, hay que sumar las indemnizaciones por seguros pecuarios, que se suceden de manera diaria. De hecho, en 2021, los seguros pecuarios cerraron con 21 millones de euros en indemnizaciones, por lo que la cifra final de toda la Comunidad Autónoma aumentará en una cantidad importante al cierre del año.

Respecto al año 2021 hay una diferencia muy evidente, ya que el año pasado el principal riesgo fue el pedrisco, con una indemnización de 31,4 millones de euros, mientras que en el caso de la sequía se abonaron 2,3 millones de euros. En esta campaña, la situación es totalmente al contrario. En los últimos años, ambos riesgos se han alternado. La sequía fue el siniestro que provocó mayores indemnizaciones en 2017, 2019 y 2022, mientras que el pedrisco lo ha sido en 2018, 2020 y 2021.

Hasta la fecha Agroseguro ha abonado ya 41,4 millones de euros del total de 53,5 millones que recibirán los agricultores en Castilla y León por los daños en el campo en la temporada. “Se han registrado picos de actividad con hasta 190 peritos tasando en la Comunidad”, indicó Barasoain. Ahora, están con los viñedos o el girasol. 

Cree que para la próxima campaña no habrá modificaciones en el aseguramiento porque Castilla y León, al ser una Comunidad tan cerealista, es “bastante fiel al seguro’’, dado que “es la mejor garantía para sus cosechas”. Por ello, considera que las pólizas serán similares, aunque igual lo que puede descender es la superficie, pero condicionado a que el sector se está cuestionando la sementera de sus explotaciones debido al crecimiento tan exponencial de los costes de los fertilizantes y los combustibles. No obstante, recuerda que el año pasado también había ese temor de los insumos y al final se contrató más o menos lo de la campaña anterior.

En total, 657.750 hectáreas siniestradas, la mayor parte por sequía, casi 570.000 hectáreas, y también se han registrado 43.203 hectáreas por pedrisco, según los datos que maneja hasta el momento Agroseguro. Otras 8.900 hectáreas afectadas por el riesgo de heladas y 3.180 hectáreas, por incendios.

De los 53,5 millones de euros para el sector agrario por los daños en el campo, un total de 36,7 millones de euros se corresponden con los siniestros en los cultivos herbáceos. Además, hay 13,4 millones de seguros pecuarios, 1,5 millones de uva de vino por ahora y que se estima que se elevará a los cinco millones de euros, como se ha indicado anteriormente. También, 0,8 millones en frutales, 0,5 en hortalizas, y 0,6 millones para el resto de líneas. Y cabe señalar que de ese total, 31,8 millones son siniestros por sequía, lo que supone casi el 87% del montante. Además, las 43.203 hectáreas arrasadas por el pedrisco suponen una indemnización de 5,4 millones de euros.

Lo cierto es que Castilla y León lidera año tras año las estadísticas de aseguramiento agrario en herbáceos al ser un territorio que en gran parte soporta una climatología irregular y extrema, desde pedrisco a heladas, pasando por sofocantes temperaturas, sequía, e incluso hasta inundaciones, de modo que la producción agraria está sometida a riesgos difíciles de prever y evitar. De este modo, asegurar la tierra se convierte en una necesidad, si se quiere reducir la incertidumbre de los agricultores, ganaderos, acuicultores y propietarios forestales y garantizar la estabilidad de sus explotaciones. Tampoco la situación de los últimos años ha favorecido a la agricultura, dado que se está caracterizando por su gran variabilidad, precisamente con fenómenos meteorológicos muy intensos y extremos.

“Contamos en nuestro país con un sistema de seguros único en el mundo, y aunque puede tener sus fallos lo cierto es que hoy por hoy no hay una mejor herramienta de gestión de riesgos”, señaló Barasoain. Además, destacó la rapidez en efectuar los pagos a los damnificados, de cara a que puedan adelantar liquidez para iniciar la campaña siguiente.

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