Florette sortea la lluvia y empieza la cosecha

Las abundantes lluvias de los meses de mayo y junio han dejado más de 100 litros de agua por metro cuadrado en algunas parcelas de la finca de Florette en el canal de regadío de Olmillos, incluso con dos episodios de precipitaciones acompañadas de granizo, lo que ha provocado algunas mermas en la recolección, que ya arrancó hace un mes.

Así, la cosecha comenzó con la lechuga iceberg y la escarola rizada y actualmente la empresa hortícola está recolectado ya la mayoría de tipos de lechugas que cultiva en esta época del año en los campos de Olmillos. «Con un poco más de trabajo y esfuerzo por parte de los todos los equipos implicados, además de un coste extra provocado por las lluvias y el granizo, pero la finca y todas las actividades están al 100% de lo previsto y los pequeños retrasos ya están prácticamente al día», señalan desde la empresa hortícola.

Todavía quedan otros tres meses de recolección por delante, añaden desde Florette, quienes aseguran que pese a las lluvias «la campaña ha empezado en fecha y con buen producto». Por ello, esperan que «este pequeño revés climatológico no afecte demasiado las próximas semanas».

Reconocen que los más de 100 litros de agua por metro cuadrado que han registrado algunas parcelas han dejado algunas mermas en la recolección, con algún retraso en la plantación de cultivo y otras labores, pero aseguran que «gracias al desempeño del equipo de producción de Florette y de todos los trabajadores no hemos parado la actividad ninguna semana». En este sentido, recuerdan que «la organización ha sido clave para adelantar algunas actividades antes de las lluvias más fuertes y cambiando otras a los días de menos precipitaciones. De esta manera, gracias al esfuerzo de todos, hemos podido sacar el trabajo adelante».

Aún así, recuerdan que el agua es necesaria para la agricultura y en general para todos los sectores. «Es necesario que llueva, en particular en un año tan seco como éste». Lo que sí esperan es que «las próximas lluvias vengan sin granizo y de forma más espaciada para que nos permita seguir la actividad con menos sobresaltos».

Recuerdan que los productos recolectados en Olmillos se destinan principalmente a formar parte de las más de 750.000 ensaladas Florette que salen al mercado nacional cada día para que el consumidor reciba en su casa un producto fresco y cultivado en los huertos de proximidad.

Florette Ibérica lleva en el Canal de Olmillos desde hace más de quince años. Llegaba del canal de Almazán, donde aterrizó por primera vez en la provincia en el año 2004 para complementar la actividad que realizaba en Álava, su zona tradicional de producción en verano.

Algarazo, aguada, tempero, chuzo, culebrilla o puja son algunas de las palabras relacionadas con la climatología que Florettepedia pretende estudiar entre otras. Además, en estos casos concretos se trata de palabras que tienen que ver con el agua y la lluvia.

Recuperar palabras del campo

Florettepedia es un glosario colaborativo que ha surgido como una iniciativa de Florette en colaboración con la Universidad de Navarra para recuperar el lenguaje del campo para entender su historia, su origen, su variación geográfica y su riqueza.

Y es que el lenguaje específico, técnico e histórico del campo empieza a conocerse solo en ámbitos rurales. Florettepedia es un estudio que compila el lenguaje del campo: un curioso glosario que rescata el lenguaje del campo ‘en peligro de extinción’ y aquellos vocablos de reciente creación.

Durante un año se investigará un centenar de vocablos entre los que se encuentran los mencionados anteriormente, muchos de ellos propuestos tanto por empleados de Florette como por todas las personas apasionadas por el sector agroalimentario y su lenguaje: nombres de cultivos, herramientas, técnicas, unidades de medidas o fenómenos naturales. Cualquier persona puede acceder a www.florettepedia.es y proponer la palabra que desea sea investigada para que los investigadores de la Universidad de Navarra exploren por su definición, origen, historia o variación geográfica y siempre con contrastadas fuentes.

Desde el campo de Olmillos se ha identificado ya ‘orear’, la primera palabra castellana que ya está definida. El Diccionario de la Lengua Española registra las tres siguientes acepciones: Dicho del aire: Dar en algo, refrescándolo; hacer que el aire dé en algo para que se seque o se le quite la humedad o el olor que ha contraído. 3. Dicho de una persona: Salir a tomar el aire’.

Y además, los empleados de Soria señalan otras 13 palabras de campo que los investigadores tomarán en consideración para la investigación: Algarazo (lluvia pequeña y rápida), aguada (rocío); tempero (punto de humedad en la tierra óptimo para hacer labores); costra, cortezón (capa superficial de tierra seca); chisel (apero para la preparación de la tierra); braban (arado de un surco); binadora (apero para quitar hierba); vertedera (arado); escardar (quitar cardos, hierba); chuzo (carámbano de hielo); culebrina (relámpago fugaz); liego o baldío (terreno sin cultivar); puja (avenida de agua que desborda los márgenes).