Viñedos
Vitis arranca en Zayas de Báscones su primera vendimia
De momento el viñedo se encuentra al 50% de su producción, una cifra que irá en ascenso hasta alcanzar el zenit en tres años, si bien esta campaña apenas se ha quedado en un 15% por los hielos
Finca Vitis Navarra SL, empresa soriana satélite de Vitis Navarra, arrancó la vendimia hace ya unos días para atender las variedades de uvas blancas más adelantadas a las propias de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Una campaña que se extenderá hasta noviembre, dado el abanico tan amplio y con ciclos tan diferentes de sus campos madres de portainjertos y viníferas. Además, ésta es su primera cosecha, dado que el año pasado se truncó por el pedrisco de 2021 que obligó a replantar. Este año le ha tocado el hielo, pero con una menor afección.
La idea es realizar unas 75 vinificaciones, la mayoría, 50, en depósitos pequeños, de 50 litros, 15 en intermedios, de 500 litros y ocho en grandes. “No hacemos de todas las variedades porque tenemos más de 200 referencias diferentes, y cada año vamos alternando entre unas y otras”, señala el director técnico de Vitis Navarra, Rafael García.Parte de la uva que cosechan la van a vender a bodegas de la Denominación de Origen Ribera del Duero y parte se guarda para hacer los vinos de finca.
Y es que aparte de las variedades propias de la Denominación de Origen Ribera del Duero, donde se encuentra la finca de Alcubilla, Vitis ha plantado viñas de otras zonas para ver cómo se comportan. Y a su vez, subunidades con diferentes ciclos de maduración de la uva.
Cree que el cambio climático está viniendo fenomenal a esta tierra porque se está uniformando a otras: “Lo sorprendente es que en referencias históricas de Soria de hace más de un siglo hemos visto que había vinos de chacolí que no alcanzaban más de 10 grados”. Además, se consigue una calidad muy buena por la diferencia de temperaturas entre el día y la noche, sin olvidar la altitud, decisiva para lograr unas plantas sanas. Son los motivos por los que está convencido de que es una zona con mucho potencial: “Es una tierra de calidad para la producción agrícola y hay agua en el subsuelo”.
En esta primera vendimia, el arranque ha sido más lento por los ajustes de maquinaria en la bodega y la optimización de recursos. Desde el mes de mayo Finca Vitis Navarra SL cuenta con una plantilla de 25 personas porque por el momento la producción lleva un flujo constante por el número de variedades que hay. Rafael García constata que aunque hay menos cantidad por las heladas, una cuando estaba la yema hinchada y otra cuando estaba brotando, la uva es de “una calidad impresionante y con mucho potencial. Cada día recogemos unos 8.000 kilos, vamos lentos”.
De momento el viñedo plantado en la finca se encuentra al 50% de su producción, una cifra que irá en ascenso hasta alcanzar el zenit en tres años, si bien este año apenas se ha quedado en un 15% del rendimiento debido a los hielos de la primavera, según calcula el director técnico de la planta.
Su laboratorio de variedades está enfocado en su mayor parte a que el sector vitivinícola pueda surtirse de plantas para sus propias fincas. “En Finca Vitis Navarra SL encuentran diferentes referencias para saber qué clones quieren plantar en función de las zonas donde se encuentran. Y también ven los perfiles aromáticos”.
Y es que “cada clon tiene un ‘DNI’ con su comportamiento”. De cada uno se guarda una ficha en campo y luego, una vez se vinifica en bodega, se realiza la ficha enológica. Y por cada vinificación hay una cata en rama, y luego otra, después de la fermentación.
Rafael García señala la demanda por parte de otras bodegas que les piden variedades porque quieren ampliar viñedo y ensayar vinificaciones en sus proyectos. Proceden de todo el país porque Finca Vitis Navarra SL tiene viñas de todo el territorio nacional. Y también tienen clientes de Portugal, Francia o Italia que buscan variedades que se adapten mejor al cambio climático para corregir la acidez de los vinos. “Les ponemos todo mucho más fácil a las bodegas porque les solucionamos el material al ser más eficiente para sus tierras y más resistente a la sequía, con el objetivo principal de que consigan utilizar menos químicos”.
Este año su mayor reto es aprender a manejar bien la zona para poner a punto el sistema de producción, sobre todo la bodega.
Ahora van a empezar a caracterizar variedades más locales de Ribera del Duero, lo que más han trabajado en esta finca de 110 hectáreas de viña y pie plantado. De ellas, 60 son en espalda y en riego y el resto en secano. Cuenta además con otras 65 hectáreas de portainjertos. De momento, la producción es convencional pero la idea es cultivar en ecológico.