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Los productores de trufa negra de Soria piden retirar los límites del periodo de recolección

Además de aprovechar la trufa negra se evitaría la expansión del Leiodes, el escarabajo que tanto daño ha hecho esta temporada en Teruel

Trufa negra de Soria.MARIO TEJEDOR

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Soria

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La campaña trufícola en fincas de regadío todavía continuará hasta el 31 de marzo de acuerdo con el Decreto Micológico, aunque el sector prevé que la producción durante este mes se irá ralentizando debido al exceso de calor registrado en febrero. No obstante, en los últimos días las bajas temperaturas han propiciado una nueva fructificación, con lo que se podría alargar la temporada en la provincia. Por ello, los productores quieren que la Junta de Castilla y León elimine las limitaciones de recolección en la trufa cultivada para aprovechar todo el fruto de la tierra, evitando así además la expansión del escarabajo de la trufa (Leiodes cinnamomeus), una plaga que este año ha hecho estragos en Teruel, y de la que Soria se ha librado en su mayor parte, según indica el presidente de la Asociación de Truficultores y Cultivadores de Trufa en Soria, José Manuel Pérez.

Así, después de unos resultados de una campaña “buena” que califica de “siete”, con alrededor de 6.000 kilos obtenidos, el sector formalizará la petición ante la Administración regional para que se retire el periodo de recolección, dejando así a la decisión del truficultor el recurso de su finca. “Sobre todo de cara a evitar que se quede la última trufa en la tierra, que no es nada bueno porque propicia la plaga del Leiodes”, un coleóptero cada vez más extendido en la península ibérica y que este año ha causado estragos en Teruel, provocando mermas que superan incluso el 50% de la producción además de una depreciación de la trufa debido a las galerías y la podredumbre que provocan tanto las larvas como los ejemplares adultos.

Pérez reconoce que esta temporada ha sido benévola con los productores de Soria, dado que se han cuadruplicado las cifras del año pasado, cuando apenas se registraron 1.500 kilos, no sólo por las condiciones meteorológicas que han beneficiado su fructificación, sino también por el aumento que ha provocado la incorporación de nuevas plantaciones “más que por una producción extraordinaria”.

Y es que las abundantes lluvias de mayo y junio resultaron “claves”, dado que “es el periodo fundamental para el desarrollo de la trufa”, pese a que después volvió a repetirse una época estival como la anterior, con elevadas temperaturas y sin precipitaciones. Pérez constata el verano más seco de su historia, ya que en agosto apenas registró 18 litros, cuando en años anteriores se solían recoger más de 30. Pero luego septiembre y octubre “compensaron” con más lluvias que incluso han permitido que plantaciones sin riego hayan conseguido producción.

Pero también ha resultado óptima en calidad, al salvarse en su mayoría de la plaga del escarabajo de la trufa que tanto ha afectado a Teruel, la provincia trufícola por excelencia, con lo que ha facilitado la venta en fresco del producto soriano. “El Leiodes sí que ha empezado a afectar a algunas plantaciones, pero por el momento no se ha extendido por la provincia”, asegura el presidente de los truficultores. En este sentido, insiste en que la mejor fórmula es realizar recolecciones frecuentes y así reducir la cantidad de trufas no recogidas que se convierten en refugios para los escarabajos, o retirar la tierra que rodea a las trufas afectadas para eliminar los huevos, larvas o adultos que las acompañan. Por ello, el colectivo ve necesario la eliminación del periodo de recolección, de cara a que no se quede fruto en el campo, y evitar que se asiente el Leiodes.

Además, los precios de venta en campo están acompañando al productor, con cifras que se mueven entre los 400 y los 500 euros el kilo de media, cien euros por encima de lo que estaban acostumbrados.

Ahora en marzo todavía se espera campaña, aunque dependerá de las temperaturas. “Si hace mucho calor se frenará la producción”. Desde luego las heladas de las dos últimas semanas le han venido “de maravilla” para que pueda madurar.