Heraldo-Diario de Soria

La raza Serrana Negra, 'en jaque' por la EHE

Este año la enfermedad se ha cebado de manera extraordinaria con Soria y ya se han registrado 56 bajas en toda la cabaña ganadera de vacuno de la provincia, unas 20.000 cabezas

Una de las vacas serranas de José María Manchado que ha pasado la EHE.

Una de las vacas serranas de José María Manchado que ha pasado la EHE.HDS

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Con aproximadamente 670 ejemplares repartidos en las distintas secciones del libro genealógico, de los cuales unos 400 están en edad reproductiva, la raza Serrana Negra afronta un futuro incierto aquejada por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) durante este año, que se ha llevado por delante a varios ejemplares, sobre todo machos. Y aunque la Junta de Castilla y León ya confirmó hace unos días que seguirá otorgando ayudas a las explotaciones afectadas y anunció una partida de otros 10 millones de euros complementarios a los que ya destinó el año pasado, la Asociación de Criadores de ganado bovino de raza Serrana Negra reclama medidas para combatirla por los efectos que está causando en la cabaña ganadera de esta raza en peligro de extinción.

«Estamos sufriendo mucho este año porque la enfermedad está pegando bastante fuerte en la provincia este año, y ya tenemos muchas bajas, principalmente de toros», señala el presidente de la agrupación, José María Manchado. Y aunque en el vacuno este virus, perteneciente a la familia Reoviridae, género Orbivirus y con muchas características morfológicas y estructurales en común con el virus de la lengua azul, suele causar una clínica moderada y autolimitante, en algunos casos puede originar cuadros más graves, pudiendo llegar a provocar secuelas y, en menor medida, la muerte de los animales, que es lo que más les preocupa a los ganaderos dedicados a la Serrana Negra. No obstante, el nivel de morbilidad no es elevado: En Soria el Servicio Territorial de Agricultura ha registrado 56 bajas de toda la cabaña ganadera de vacuno, unas 20.000 cabezas, según explica el jefe del Servicio, José Manuel Ruiz Romera. «Este año hay más de 100 explotaciones con síntomas confirmados en laboratorio, y el tratamiento es antiinflamatorios o antibióticos, pero en general los animales responden bien».

Considera que lo peor de la enfermedad es el manejo, porque obliga a revisar los animales y a estar muy pendientes, si bien constata que es un virus que genera «bastante inmunidad».

«Si ya es muy complicado criar animales de esta raza por las peculiaridades que conlleva y porque es menos productiva que las comerciales, con esto ya es más preocupante», añade Manchado.

Actualmente la raza se mantiene en 28 explotaciones, la última incorporación es una ganadera de Zamora con tres animales que se ha registrado este año, según los datos facilitados por la asociación. No obstante, sólo una de ellas cría en pureza de manera exclusiva, pero hay varias que disponen de semental de la raza para hacer cría en pureza o bien inseminan con dosis seminales de toros serranos proporcionadas por el Centro de Selección y Reproducción Animal (Censyra), donde hay ya unas 9.650 dosis seminales de 13 toros distintos y unos 90 embriones. Explotaciones de bueyes también hay varias, en su mayor parte para cebo, o para doma y exhibiciones, en la provincia de Burgos.

El problema es que a los ganaderos de Soria les ha pillado «fuera de juego» porque el año pasado apenas había afección en la provincia: «Nos comentaban de las provincias de Salamanca o Zamora, pero ahora parece que se han inmunizado al virus y están mucho mejor que por esta zona de la Comunidad».

En su caso ha perdido un toro y algunas vacas tienen consecuencias después de haber pasado la enfermedad, como costras en los hocicos y en las ubres. También les preocupa que les pueda afectar a la fertilidad, lo que complicaría el futuro de la raza. «Ahora lo más importante es vigilar y atender adecuadamente a los animales», añade. «Y tener fe en que sea algo vírico y los animales se vayan inmunizando y vaya mejorando la situación».

Más aún teniendo en cuenta cómo se encuentra la explotación de Taniñe, que lleva desde 2020 bloqueada porque sigue dando positivo en tuberculosis bovina, y es la que más cabezas tenía. «No puede vender nada para vida, de modo que sólo le queda seguir adelante para carne y con las razas más comerciales no puede competir», señala Manchado.

Porque de momento no hay soluciones para combatir la EHE. «Sí existen repelentes de mosquitos pero hay sitios donde no funcionan y las vacunas que han empezado a distribuirse este verano no terminan de convencer a los ganaderos que las han utilizado, porque siguen cayendo animales, de modo que hay una gran incertidumbre».

Por ese motivo, son bien recibidas las ayudas a las explotaciones afectadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) durante este año, que el Gobierno autonómico seguirá otorgando y que serán concedidas de acuerdo con el protocolo establecido. Hace unos días el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, avanzó que se destinarán otros 10 millones de euros complementarios para las explotaciones que en 2023 no pudieron acogerse a estos apoyos.

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