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Agricultura 4.0

Copiso revoluciona el campo con la dosificación variable

La cooperativa quiere ser la lanzadera en la introducción de la agricultura digital para conseguir una mayor eficiencia en el uso de los insumos y por tanto una mejor rentabilidad

La cooperativa quiere ser la lanzadera en la introducción de la agricultura digital.HDS

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Soria

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La cooperativa soriana Copiso quiere ser lanzadera en la introducción de la agricultura digital en la provincia. Y es que afronta un nuevo desafío por la nueva revolución agrícola ante la que se encuentran los agricultores, no sólo sus socios sino todo el sector a nivel nacional y seguramente tan importante como la que tuvieron que encarar sus padres o abuelos en la segunda mitad del siglo pasado con la mecanización del campo, cuando se creó la entidad cooperativa Copiso. El reto en los próximos años es la denominada agricultura digital.

Se trata de un conjunto de herramientas tecnológicas que permiten la toma de una serie de datos y parámetros sobre el suelo, climatología o rendimientos productivos obtenidos en campañas anteriores. Toda esa información se organiza y analiza a través de una serie de algoritmos basados en inteligencia artificial, permitiendo realizar una dosificación variable de los insumos. Es decir, el agricultor es capaz de aplicar la cantidad justa y óptima de los insumos en cada punto de la parcela dependiendo del potencial productivo de la misma, lo que redunda en una mayor eficiencia en el uso de los insumos, mejorando la rentabilidad del agricultor, explica el ingeniero agrónomo y técnico de cultivos de Copiso, Eduardo Pascual.

La también llamada agricultura 4.0 persigue conseguir los mejores rendimientos posibles, optimizando la aplicación de insumos aportados para ello. Se trata de producir más con menos, siendo así más competitivos en los mercados internacionales y mejorando la sostenibilidad y cuidado al medio ambiente del proceso productivo.

«Esta transformación no es futuro sino que es ya un presente, a la vista de los cambios que se están produciendo en la forma de trabajar y producir», asegura.

Con la información recopilada, se elaboran mapas de variabilidad del terreno que nos indican el potencial productivo de las distintas zonas de una misma parcela. En base a este mapa, el ordenador del tractor de forma totalmente automática, va dando órdenes al apero (abonadora, sembradora o pulverizador, entre otros) sobre las dosis de insumo que tiene que aplicar en cada punto de la parcela.

Si hace poco más de 10 años llegó el autoguiado de tractores para el laboreo de la tierra, que ya es empleado por aproximadamente la mitad de los socios de la cooperativa, ahora es ya una realidad la dosificación variable de semillas, fertilizantes o fitosanitarios en diferentes zonas de una misma parcela, apunta Eduardo Pascual. Una técnica que puede aplicarse y extenderse también al riego o la fertilización orgánica con purín y estiércoles.

La recopilación de datos se puede conseguir de varias maneras, mediante la medición de la conductividad eléctrica del suelo, mediante la implementación de monitores de rendimiento en las cosechadoras (nos informa de la producción real obtenida en cada punto de la parcela) y el más utilizado, mediante la obtención del índice de vegetación NDVI. Dicho índice se obtiene mediante la captura de imágenes de las parcelas vía satélite e indica es estado de desarrollo de los cultivos. Existen numerosas plataformas en internet que ofrecen al agricultor dicho servicio, destacando Field View, una app de la que Copiso es distribuidor en la provincia de Soria.

Esta herramienta digital, que ya se presentó a los socios antes del verano, permite aplicar las nuevas tecnologías a los trabajos de laboreo con un aprovechamiento más eficiente de los insumos, tales como semillas, fertilizantes o fitosanitarios en las diferentes zonas de una parcela. El objetivo fundamental que se persigue con la implantación de este tipo de tecnologías es «aplicar a cada palmo de terreno justo lo que necesita y en el momento en el que lo necesita, de modo que facilita producir más con menos», concluye.

Esta novedosa práctica ya está siendo implementada por varios agricultores sorianos, aunque el coste de los equipos y el cambio de mentalidad que requiere hace que el proceso de transformación este siendo hasta el momento más lento de lo deseado. Es por ello que la cooperativa quiere estar al lado de sus socios, acompañándolos en el proceso de digitalización de sus explotaciones y siendo una lanzadera para el desarrollo de la agricultura 4.0 en la provincia.

La cooperativa soriana, consciente de la demanda por parte de la sociedad de una agricultura y ganadería respetuosa con el medio ambiente, apuesta por una mejora continua en sus procesos productivos con este objetivo. Pero es que «los propios agricultores son los más sensibilizados y los primeros interesados en aplicar dichas mejoras agrícolas, optimizando al máximo los recursos y asegurando la sostenibilidad y viabilidad del sector a largo plazo ya que vivimos del campo y en sus pueblos», remarca Pascual.

A su juicio, «estamos ante una etapa muy ilusionante, en la que queremos que el agricultor socio de Copiso sea protagonista y partícipe del cambio». Y es que hoy es la dosificación variable de insumos, pero ya se está trabajando activamente con sondas capacitivas de suelo para ajustar riegos o en la obtención de insumos tecnológicos basados en la microbiología del suelo.

De hecho, desde el equipo técnico de Copiso se han puesto en marcha protocolos y acciones de apoyo y acompañamiento a sus socios agricultores para promover su entrada en el mundo de la agricultura digital. Un agricultor, el soriano, que siempre ha sido reconocido por su profesionalidad y adaptación a los continuos cambios que se han ido produciendo a lo largo de las últimas décadas.

Copiso muestra así su compromiso con la sostenibilidad de sus procesos productivos, con una apuesta decidida por la mejora en la eficiencia y el respeto al medio ambiente.