Impulso al líder en acuicultura de interior
Una línea de ayudas por 9,1 M€ dará un espaldarazo al sector en Castilla y León, que cuenta con 18 piscifactorías y produce uno de cada cuatro peces criados en instalaciones continentales / La Comunidad encabeza la trucha arcoíris con casi 3.000 toneladas
Se habla poco de ella, pero la acuicultura gana enteros año a año en Castilla y León, la comunidad líder en acuicultura continental. Uno de cada cuatro peces producidos en interior en España es de Castilla y León, que además se anota el primer puesto en una especie en concreto, la trucha arcoíris, de la que produjo 3.000 toneladas en 2023, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). Es, además, la única que engorda una cantidad significativa de salmón del Danubio, con unas dos toneladas, así como langostino, con ocho.
Pocas veces sale a la palestra la acuicultura en los grandes planes autonómicos destinados a la agricultura y la ganadería, pero parece que ya ha aparecido, como se merece, en la agenda de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Lo hace ahora, cuando inicia una nueva andadura con la toma de posesión de su nueva titular, María González Corral. El departamento anunció hace pocos días un nuevo programa de formación «para dar respuesta a la demanda de una actividad económica en auge dentro de la Comunidad». Y lo que es más importante desde el punto de vista presupuestario: el pasado 2 de octubre publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) las bases reguladoras de unas subvenciones que darán impulso al sector con 9,1 millones de euros.
El último anuario de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), que agrupa a la práctica totalidad de las empresas del sector, desvela que tras Castilla y León, máxima productora con el 25% nacional en acuicultura de interior, aparecen en la tabla, y a distancia, Galicia, con el 11,4%; Cataluña, con el 10,7%; La Rioja, con el 10,6% y Aragón, con el 10,5%. A la cola están el País Vasco, con un gajo de solo el 0,4%, Cantabria, con el 1% y Castilla-La Mancha, con el 5,5%.
Por descontado, nada tiene que ver este ranking con el de las piscifactorías de la costa. En ese caso, es la Comunidad Valenciana la que mayor producción de especies marinas presenta, con 14.575 toneladas, seguida por Murcia, con 11.368; Andalucía, con 8.664; Galicia, con 8.314; Canarias, con 5.676 y ya en sexto lugar, a mucha distancia, Cataluña, con 95 toneladas.
La acuicultura continental aporta menor producción que la marina porque, en general, requiere una mayor inversión en la habilitación de instalaciones adecuadas. Aun así, la producción de Castilla y León es similar a la de la quinta comunidad costera, con un total de más de 5.000 toneladas de pescado anuales.
Castilla y León cuenta con gran potencial en acuicultura, al poseer nada menos que 35.000 kilómetros de ríos, junto a 45.000 hectáreas de aguas embalsadas. Sin embargo, los datos censales sobre explotaciones acuícolas y las cifras de producción no figuran en la web de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), correspondientes al año 2022, actualmente existirían en la demarcación 40 piscifactorías, de las que 27 se encontrarían junto a distintos ríos o arroyos de la cuenca.
Cada una de ellas se modela, dentro del Plan Hidrológico del Duero, como una Unidad de Demanda Piscícola (UDP) de forma individualizada. «El sector acuícola está desarrollado en la cuenca de forma polarizada, con mayor intensidad en los sistemas de explotación del Tormes, Riaza–Duratón y Pisuerga y con sistemas sin ninguna entidad de este tipo, como Támega, Tera o Bajo Duero por ejemplo», explica el organismo gestor de la Cuenca.
Según datos de la Junta de Castilla y León, sin embargo, existen 18 ‘centros de producción’ o piscifactorías, además de tres empresas productoras de piensos para piscifactorías, las más importantes del país.
Entre las piscifactorías, siguiendo con los datos de la Junta, 14 producen trucha arcoíris, dos son centros de repoblación que se centran en la cría de la trucha común, una conserva y cría el salmón del Danubio y la otra es la mencionada de langostino. Además, una empresa ubicada en Zamora, que prepara y comercializa productos procedentes de ancas de rana, contempla en su línea de negocio la producción propia de ranas en condiciones controladas para la obtención de sus productos.
En cuanto a las tres empresas productoras de pienso para acuicultura (Skretting, Biomar y Dibaq), acumulan la mayor parte de las 114.177 toneladas de pienso para peces que se produjeron en 2022 en España, que representa el 1% de la producción total de piensos para animales.
Así el panorama de fondo, la Administración autonómica se propone dar un impulso a la actividad, y trabaja en la obtención de un censo más actualizado, datos que, según fuentes a las que ha accedido este periódico, se darán a conocer en las próximas semanas. Pero antes, ha publicado en el Bocyl las bases de la mencionada convocatoria de ayudas y ha convocado también acciones formativas.
En cuanto a las subvenciones en apoyo al sector, ya están publicadas las bases reguladoras, y en las próximas semanas se anuncia la publicación de la convocatoria propiamente dicha, que distribuirá 9,1 millones de euros entre las nueve provincias. Se han redactado desde la el departamento de Agricultura para regir las subvenciones, «dirigidas a promocionar las inversiones en las empresas que se dedican a la acuicultura, a la creación de otras nuevas, y a la transformación de sus productos», explicó la Consejería en un comunicado.
La convocatoria, incluida en el Programa para España del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (Fempa), cuenta con un presupuesto superior a los 9,1 millones de euros, busca fomentar la pesca sostenible y la conservación de los recursos biológicos marinos. «El objetivo es preservar la seguridad alimentaria mediante el incremento de la sostenibilidad en las actividades acuícolas y los procesos de transformación, tanto de sus productos como de los procedentes de la pesca», indicó la misma fuente.
Las ayudas, cuya convocatoria se publicará en las próximas semanas, se dividen en dos líneas diferentes que prevén subvenciones de entre 50% y el 60% del total del importe total del proyecto. En el primero de los casos, se podrán beneficiar todas aquellas inversiones encaminadas a la modernización de los centros, su automatización y digitalización, la optimización de sus procesos y utilización de recursos naturales para hacerlos más sostenibles y eficientes, la mejora de las condiciones de trabajo de sus empleados o la diversificación de la oferta. También contemplan la mejora y construcción de infraestructuras o a la protección de estas frente a las adversidades climáticas. En esta línea la intensidad de la ayuda puede ser del 50% del presupuesto, si es una gran empresa, o del 60%, si el beneficiario es una Pyme.
Eficiencia
En el segundo apartado, que únicamente contempla subvenciones para Pyme’s por un valor igual al 50% de la inversión prevista, se podrán beneficiar las actuaciones que fomenten la calidad y el valor añadido de los productos, aumenten la eficiencia energética, favorezcan la economía circular o los productos de acuicultura ecológica, den lugar a nuevas o mejores referencias, procesos, sistemas de gestión, transformación, conservación o comercialización, permitan la adaptación de los operadores al Reglamento del Parlamento Europeo o del Consejo Europeo o mejoren la seguridad, higiene, salud y condiciones de trabajo de los empleados.
Todas las inversiones susceptibles de ser subvencionadas a través de este programa deberán realizarse a partir del momento en el que se registre la solicitud, y se percibirán una vez sea ejecutado el proyecto. Asimismo, las bases prevén la incompatibilidad de la ayuda con cualquier otra y el abono de las mismas únicamente cuando la operación de inversión esté correctamente justificada.
Por otro lado, en cuanto a las acciones formativas, se centrarán en impulsar la formación en acuicultura y sus técnicas especializadas «para dar respuesta a la demanda existente dentro de una actividad económica que se encuentra en auge, ya que, en 2022, los productos procedentes de este tipo de industria supusieron el 57% del consumo de pescado a nivel mundial, superando al consumo de los procedentes de la pesca extractiva», señalan desde el Ejecutivo autonómico.
La Consejería, a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), ha programado dos cursos gratuitos y online para los días 28, 29 y 30 de octubre y 4, 5 y 6 de noviembre, de 16,00 a 19,00 horas, para ayudar a los profesionales del sector a actualizar sus conocimientos, completar su formación y facilitar a las empresas acuícolas ubicadas en la Comunidad que se puedan abastecer de personal cualificado dentro del entorno donde se ubican.
Y es que «Castilla y León atesora el 25% de toda la producción de trucha arco iris en España, lo que la sitúa como la principal productora, además de ser la responsable del 97% del pienso que se produce para este sector a nivel nacional, datos que denotan el potencial de la acuicultura en la Comunidad», apunta la misma fuente.
En consecuencia, «el impulso a la actividad debe ir acompañado de programas de formación y especialización, de tal forma que vaya muy ligada al empleo que la propia Comunidad puede ofrecer y favoreciendo un desarrollo socioeconómico sostenible para las futuras generaciones», añade.
En este marco, la Administración autonómica viene impulsando en los últimos meses diversos programas dirigidos a técnicos del sector acuícola que necesiten actualizar y complementar su formación, así como a estudiantes que quieran adquirir conocimientos sobre diversos aspectos de la producción acuícola.
Formación
«Actualmente, Castilla y León no cuenta con programas de formación reglada en materia de acuicultura», reconocen desde la Consejería. «Sin embargo, ante la demanda por parte de las empresas de personal cualificado, desde el Itacyl, en colaboración con la Escuela de Capacitación Agraria de Segovia y con la Sociedad Española de Acuicultura (SEA), se ha impulsado la organización de estos cursos que ofrecen temas específicos para profesionales y cuentan con una duración de 18-20 horas».
Las principales especies que se cultivan en las piscifactorías de Castilla y León están encabezadas por la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), pero también hay una importante producción de trucha común (Salmo trutta), que sube la producción total de trucha a más de 5.000 tonelada anuales. También hay explotaciones de salmón del atlántico (Salmo salar), salmón del Danubio (Hucho hucho) y tenca (Tinca tinca).
Por otro lado, Castilla y León cuenta con tres fábricas de piensos para acuicultura, que venden sus productos a todo el territorio nacional, ubicadas en las provincias de Burgos, Palencia y Segovia.
En cuanto a las piscifactorías asociadas a los diferentes cursos de ríos y arroyos, según datos de 2022 la provincia que más de ellas acapara es Salamanca, con cinco, cuatro de ellas en el curso del río Tormes, entre ellas un centro ictiogénico dedicado a la repoblación, en la localidad de Galisancho. Alba de Tormes, Encinas de Arriba y Sieteiglesias de Tormes son los otros municipios del Tormes que cuentan con piscifactoría. En dos arroyos se sitúan otras dos explotaciones acuícolas salmantinas, las de los términos de Machacón y Boada.
León es la segunda en la tabla de instalaciones acuícolas continentales, con cinco. Dos de ellas se instalan en el cauce del río Porma, en la localidad de Vegas del Condado, mientras las otras tres se ubican en el Órbigo (Carrizo), el Duerna (en Castrillo de Valduerna) y el Silván (en Puebla de Lillo).
Cuatro provincias cuentan con tres instalaciones acuícolas: Segovia tiene una en Fuentidueña, junto al arroyo del Prado, otra en Lagunas de Contreras, junto al Duratón y la tercera en Sacramenia, en el Arroyo del Coto. Soria posee dos en el Duero, en San Esteban de Gormaz y en El Burgo de Osma, mientras la tercera está en Ucero, junto al río del mismo nombre.
Las tres instalaciones de Valladolid forman parte de la misma explotación, muy singular, en la localidad de Villavicencio de los Caballeros. Se trata de tres charcas artificiales para la cría de ranas. Por último, Palencia acoge una piscifactoría junto al río Pisuerga, en el término municipal de Pomar de Valdivia; otra junto al Carrión, en Pino del Río y la tercera en el arroyo de Villafría, en Santibáñez de la Peña.
Burgos cuenta con una piscifactoría en Quintanar de la Sierra, junto al río Arlanza, y su segunda instalación es también singular, el ‘Aula de la Naturaleza-Aula de Pesca’ instalada en Pineda de la Sierra, junto al río Arlanzón.
Para finalizar la tabla, dos provincias cuentan con una sola instalación, según los registros de la CHD. Se trata de Ávila, con una piscifactoría junto al río Tormes en la localidad de Santiago de Tormes, y Zamora, con una explotación de tencas junto al arroyo de Jambrina, en el término municipal de Casaseca de las Chanas.
Repunte del 21% en valor
En el ámbito nacional, según los datos hechos públicos por Apromar, España es el país líder de la UE por volumen de producción de acuicultura y ocupa la segunda posición en cuanto al valor de esa producción. La cosecha de acuicultura en España en 2022 fue de 326.520 toneladas y valor en primera venta alcanzó los 760,7 millones de euros, un 21% más que el año anterior, según datos del Maña recogidos por Apromar.
La especie más abundante fue la de mejillón con 255.218 toneladas (t) en 2022 con un valor estimado de 159,3 ME. Seguida de lubina con 23.622 t y un valor de 181,6 ME, trucha arco iris con 16.328 t con un valor de 43,6 ME y atún rojo con 10.877 t y un valor de 183,2 ME. También en el ámbito nacional. En 2021 había 5.182 establecimientos de acuicultura en producción.
De ellos 4.928 eran de moluscos y 254 de peces (143 en aguas continentales, 73 en tierra y 38 en viveros). Siguiendo con las grandes cifras, el empleo en acuicultura en España ese mismo año fue de 11.364 personas. La mayor parte de ellas (5.849 personas) fueron autónomos.
En cuanto a la especie acuícola de la trucha arcoíris, de cuya producción es líder Castilla y León en España, en 2022 se estima que fue en todo el territorio nacional de 16.328 toneladas, un 4,1% más que en el año previo. En 2023, sin embargo, se produjo un ligero descenso hasta las 13.792, un 15,5% menos, ya que la producción de la trucha arcoíris está cambiando en los últimos años para cultivarse truchas de mayor tamaño.
Para abrir una explotación acuícola en Castilla y León, al igual que para una explotación ganadera, es necesario establecer un plan de bioseguridad, con la creación de diversos protocolos distintos con el objetivo de alcanzar la máxima calidad y seguridad de la producción.
En primer lugar es necesario que la piscifactoría de que se trate cuente con un protocolo de retirada de animales muertos. También es obligatorio el establecimiento de un protocolo de manejo ante brotes de enfermedades.
También debe contar con planes de formación a los empleados sobre patologías de las especies que existen en la explotación, medidas de bioseguridad y buenas prácticas de higiene primaria.
Documentar la vigilancia pasiva de las enfermedades es otra de las medidas a tomas, así como el vallado perimetral de la explotación y la existencia de instalaciones de cuarentena, para aquellos movimientos en que ésta cuarentena sea obligatoria.
La explotación también deberá disponer de un plan de acceso de personal a las instalaciones y protocolos de visita, deberá documentar el plan de limpieza y desinfección y también el procedimiento para la recogida, transporte, manipulación, eliminación y tratamiento de los cuerpos enteros o partes de animales acuáticos no destinados al consumo humano.