SOCIEDAD
Los sueños, anhelos y pesadillas de quienes no tienen libertad
Una exposición de pintura muestra los pensamientos más íntimos de 15 presos de la cárcel de La Moraleja (Palencia)
Exposición de pintura de los trabajos de los internos de La Moraleja. Brágimo / ICAL-
Con lo que sueñan cada noche o lo que les produce pesadillas; su lugar de origen o en el que les gustaría estar; un anhelo o algo que olvidar...son algunos de los temas que han plasmado en óleo 15 internos del centro penitenciario palentino de La Moraleja y que desde hoy y hasta el 11 de octubre se pueden ver en la Sala de Exposiciones del Servicio Territorial de Cultura de Palencia.
'Mundos cercanos' es el título de esta exposición; “cercanos porque aunque separados por muros y alambradas cualquiera de nosotros podemos encontrarnos en cualquier momento en uno u otro lado”, explica Chema Manzano, profesor del taller de pintura en el que han participado los internos que ahora exponen sus trabajos.
“Son obras muy íntimas, que reflejan sus pensamientos y temores”, asegura Manzano, aunque también recogen retazos de una realidad exterior que le llega a través de la radio mientras pintan y que plasman no sin cierta ironía. Así, un enigmático retrato cubista presume de ser Iñaki Urdangarín, una colorida flor lleva por nombre Isable Pantoja y un terrible y abominable tigre ruge el nombre de Bárcenas.
Cuadros, todos ellos con predominio del color; rojos, azules o amarillos protagonizan estos oleos; luz y brillo que aparecen sorprendentemente incluso enaquellos que se centran en los peores terrores de su autor. Cada obra es diferente y es fruto de una problemática, de una vida compleja que encuentra en la expresión artística una huida y sirve de eficaz terapia.
“Es muy gratificante trabajar con presos; casi aprendo más yo que ellos”, afirma el profesor del taller. “Que haya gente tenga una culpa que pagar y que quiera acercarse al arte con tantas ganas y empeño es maravilloso”, añade.
El taller de pintura, que se imparte a través de la Universidad Popular de Palencia desde que la prisión abriera sus puertas a finales de los 90, acuden un máximo de 15 presos todos del segundo grado, aunque para el curso pasado se recibieron más de 60 solicitudes.
Mercedes Paredes, monitora ocupacional, indica que la elección de los presos que participa la realiza un grupo de especialistas. "Las dotes artísticas es lo que menos se tiene en cuenta, lo que más se valora es la actitud positiva y ganas de aprender. Es una experiencia con más de una década de vida que ha demostrado año tras año sus resultados positivos", apunta.