Heraldo-Diario de Soria

este mediodía en los juzgados de caldas

Tensión a la llegada del presunto parricida de Pontevedra al juzgado

El hombre, de 40 años, fue detenido este viernes por el asesinato de sus dos hijas

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AGENCIAS
Soria

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El presunto parricida de Moraña (Pontevedra), David O.R., que supuestamente este viernes asesinó a sus dos hijas, ha sido trasladado en torno a las 12.30 horas de este sábado a los juzgados de la vecina localidad de Caldas de Reis, donde ha sido recibido por decenas de personas que lo increparon y lo insultaron.

A las puertas del juzgado mixto número 1 de Caldas se han vivido escenas de tensión cuando apareció el coche camuflado de la Guardia Civil que trasladaba al presunto parricida desde la Comandancia de Pontevedra. Allí pasó la noche tras haber recibido el alta en el Hospital Montecelo, donde fue atendido de las leves heridas que se autoinfligió tras supuestamente haber matado a sus dos hijas de 9 y 4 años de edad.

En el momento en el que llegó el vehículo, decenas de personas que allí aguardaban se arremolinaron hacia el coche, pese a que se había establecido un perímetro de seguridad para facilitar el ingreso en los juzgados del detenido, en medio de un nutrido dispositivo policial integrado por al menos cuatro patrullas de la Guardia Civil y algún agente de la policía local.

Cuando el David O.R., de 40 años de edad, fue sacado esposado y a cara descubierta del vehículo, el hombre recibió una lluvia de insultos, como "asesino" o "hijo de puta" y varias personas gritaron comentarios de malos deseos hacia el responsable de un crimen que ha provocado un profundo estupor, tanto entre los vecinos de Moraña como en los de Caldas, donde era muy conocido porque regentaba una inmobiliaria.

Los momentos de tensión derivaron incluso en que alguno de los presentes se encarase con algún agente de la Guardia Civil, que intentaba mantener el orden y preservar la seguridad del detenido. Ante este panorama, David O.R. hizo un ademán de volver a introducirse en el vehículo, pero los agentes que lo escoltaban lo sacaron del coche y avanzaron con él hasta el edificio judicial.

"Dejádnoslo cinco minutos, que no lo vamos a matar, pero sale quemado", le dijo con impotencia una mujer a un guardia civil a las puertas de los juzgados, donde aún permanecen decenas de vecinos a la espera de la resolución judicial sobre David O.R. El juzgado que instruye la causa ha decretado el secreto de las actuaciones.

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