Rajoy inicia una improvisada precampaña
El líder popular cumplirá el trámite de intentar convocar a Sánchez a sabiendas de que no apoyará su investidura
Este lunes Mariano Rajoy viajará a una cumbre en Bruselas y el martes reunirá a su comité de dirección para diseñar la estrategia a seguir los próximos días. Hasta ese momento y tras el fracaso de Pedro Sánchez en su intento de investidura, no hay detalles decididos salvo la previsión de convocar al líder del PSOE a una reunión, con intención de cambiar de manos la iniciativa y 'vender' su disposición, hasta el último día, a la gran coalición en la que también puede estar Ciudadanos.
Sánchez sí ha movido ficha ya, este sábado, para confirmar que prevé sentarse a hablar entre otros con los populares. Puntualizando que a esa posible cita no irá solo porque acudirá, como a todas las demás que se ponga en la agenda a partir de ahora, con Albert Rivera. “No descarto el que nos sentemos con todas las formaciones políticas. Veo más lógico sentarse con las del cambio que con las que quieren continuismo. Pero, en todo caso, nosotros siempre hemos dicho que estamos abiertos al acuerdo”, sostiene el jefe de los socialistas en 'El País'.
Eso significa que la hipotética reunión ‘a tres’ con Rajoy puede convertirse, a tenor de los discursos oídos en el Parlamento, en un defensa conjunta de Sánchez y Rivera de la tesis de que un socialista debe ocupar la presidencia del Gobierno y de que al PP o a Podemos, si no quieren ser responsables del “bloqueo”, les queda la opción de la abstención. Porque ellos no favorecerán que el líder del PP siga en La Moncloa.
EL PP YA 'MITINEA'
Por tanto, ese encuentro -salvo pirueta sorprendente de última hora- será un mero trámite que se cumplirá mientras los conservadores, de forma paralela, se dedican al escenario que creen más factible: la repetición de elecciones. De hecho, Rajoy ya recuperó este sábado en Salamanca, donde protagonizó un mitin, sus tradicionales paseos electorales, los besos, los apretones de mano, las fotos en la calle. Se trata de matar dos pájaros de un tiro: motivar a los populares para otra hipotética campaña, después de haber ganado el 20-D y no conseguir gobernar, e instalar la tesis de que el candidato sigue siendo el mismo.
Como mensaje, se aferra a la defensa de su estrategia (polémica para una parte de su propio partido) y a arremeter contra la del adversario Sánchez, a quien se presenta como el "perro del hortelano" que ni deja gobernar ni logra mayorías para hacerlo él. Un recado que, en todo caso, podrá ir cambiando en función de las circunstancias porque fuentes de la cúpula reconocen que la estrategia no está definida. Eso sí, adelantan que el PP a diferencia del PSOE "no tiene prisa" y que incluso ve positivo que durante unas jornadas se instale el “luto” en las filas socialistas por el reciente fracaso en el Congreso.
En el corto plazo (hasta el 2 de mayo habría tiempo por si alguien, incluso Rajoy, quiere intentar ser investido) los populares seguirán gestionando el Gobierno en funciones -y atención porque elaborarán en abril el plan de reformas y de estabilidad para Europa si nadie lo remedia, lo que de facto es la letra pequeña de la política española en los próximos meses- y preparándose para las noticias de corrupción que puedan seguir saliendo a la luz y erosionando su credibilidad. Ese es el verdadero ‘talón de Aquiles’ del PP para aguantar esta etapa de incertidumbre y llegar más o menos fortalecidos hasta el 26-J, si antes no hay cambio en La Moncloa o estalla una crisis interna.