Álvaro Nadal, de la sombra de Rajoy a la primera línea

El titular de la nueva cartera de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal (1970), hasta ahora director de la Oficina Económica del presidente, Mariano Rajoy, es su hombre de confianza desde hace años. El defensor en la sombra del presidente del Gobierno en los terrenos más duros, un zurdo con mano izquierda de hierro y que puede ser un arma letal en Bruselas. Quizá por eso llena espacios allí donde Rajoy parece más débil, la economía y los idiomas. Pese a que los gemelos Nadal -Alberto ha estado en Energía- coquetearon con los gobiernos socialistas, quedó pronto bien claro que sus capacidades y principios se adaptaban especialmente bien al PP.

Durante la etapa de Gobiernos del PSOE, Álvaro Nadal se curtió en el PP haciendo equipo con Cristóbal Montoro y Fátima Bañez. Cuando Rajoy ganó las elecciones se lo llevó a La Moncloa donde ha ejercido el cargo de director de la Oficina Económica con menos estridencias que algunos de sus ilustres antecesores, como fue el caso de Miguel Sebastián en el primer Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Álvaro Nadal ha llevado durante muchos años la agenda de Rajoy y quizá por eso ha incorporado a su forma de ser esa actitud esquiva que resta confianza al interlocutor y gana sin fisuras al partidario que lo aprovecha. Forma parte de la élite del PP en segundo plano que ya está sobradamente preparada. Tanto Álvaro como su hermano Alberto hablan de manera fluida inglés, francés y alemán.Licenciados en Derecho y Económicas. Y empollones de éxito.

Orgulloso de ser de derechas, la trayectoria de Álvaro se ha cuidado tanto como la de un 'crack' del fútbol y parece haber llegado el momento de dar un paso adelante. Hace ya muchos años aprendió organización industrial en Harvard con una beca Fulbright. Ahora ya se considera un maestro y está deseando demostrar que puede pasar a ser la primera división de la derecha española. Y es que ha actuado de gurú en la sombra, tras la oreja de Rajoy, que empieza a pensar que ha llegado el momento de definir el futuro de España a través de Álvaro, que al fin y al cabo ha redactado buena parte de sus discursos y ha hecho mucho más que traducirle en los foros internacionales.