TRAS EL CIERRE DE LA CENTRAL NUCLEAR
Narbona acusa al CSN de hacer un "traje a medida" del Gobierno para mantener abierta Garoña
La presidenta del PSOE denuncia que el Ejecutivo haya actuado sin auspiciar un debate de "suficiente envergadura". Ve necesario poner en marcha un calendario que determine el cierre gradual de las centrales nucleares
La presidenta del PSOE y exconsejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Cristina Narbona, ha lamentado este miércoles que este organismo hiciese en su momento un "traje a medida" del Gobierno para mantener abierta la central nuclear de Garoña (Burgos).
Así se pronunció Narbona, en una entrevista en 'la Ser', un día después de que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunciará el cierre de Garoña seis meses después de que el CSN emitiera un informe que avalaba la reapertura de la central nuclear.
Narbona subrayó que Garoña había solicitado prolongar su vida hasta los 60 años, acusó al Gobierno de "modificar normas" para lograr este objetivo y reprochó al CSN que se "autoenmendara" en sus prácticas internas para hacer un "traje a medida" al Ejecutivo.
También denunció que el Gobierno haya actuado sin auspiciar un debate político y social de "suficiente envergadura", como, dijo, sí ha sucedido en otros países. Se preguntó si Nadal considera al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y a la canciller alemana, Angela Merkel, "ignorantes" o "irresponsables" por haber impulsado leyes para reducir y desmantelar la presencia de la energía nuclear en sus países.
Frente a la "defensa profundamente ideológica" que el Gobierno hace de la energía nuclear, Narbona insistió en la necesidad de poner en marcha un calendario que determine el cierre gradual de las centrales nucleares.
Desde el punto de vista de los socialistas, se debe mantener abierta cada central nuclear hasta que alcance los 40 años de vida. Esto supondría, explicó Narbona, que la última instalación de este tipo en España se cerraría en 2028.
Aseveró que España carece de una "planificación estratégica" en materia de energía, tal y como exigen los Acuerdos de París contra el cambio climático, e hizo autocrítica al reconocer que dicha planificación podría haberse puesto en marcha durante los años de gobierno del PSOE.