El Gobierno cierra esta tarde el Valle de los Caídos para la exhumación de Franco
La Moncloa calcula que el dictador sea trasladado al cementario de Mingorrubio entre el 18 y el 22 de este mes. El Ejecutivo no permitirá las visitas al recinto de Cuelgamuros entre este sábado y el día de la salida de los restos
El largo y complejo procedimiento del Gobierno para sacar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos ha dado este viernes su penúltimo paso. El cadáver del dictador saldrá de su actual "tumba de Estado" y será reinhumado en el pequeño cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), antes del próximo 25 de octubre, a las puertas de la campaña para las elecciones generales del 10 de noviembre. Anatomía de una exhumación: todas las claves.
Despejada la vía judicial, una vez que el Tribunal Supremo dio la razón en todo al Gobierno frente a los nietos de Franco (tanto sobre el derecho a exhumar como sobre el destino de los huesos), el presidente en funciones, Pedro Sánchez, no ha querido poner de momento fecha concreta al traslado del cadáver. En su lugar, ha optado por una horquilla temporal. El dictador será exhumado entre este domingo y el 25 de octubre.
Lo más probable, explican en la Moncloa, es que la salida de los restos se produzca entre el 18, viernes, y el 22, lunes, de este mes. Pero las actuaciones para la exhumación comenzarán antes, este vernes por la tarde, cuando se procederá a cerrar el Valle de los Caídos, que permanecerá sin permitir visitas del público hasta que Franco haya salido del recinto.
"ABSOLUTO RESPETO"
"Lo vamos a hacer con absoluto respeto a los restos y a la propia familia, con la discreción que corresponde –ha explicado en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la vicepresidenta, Carmen Calvo-. Avisaremos con 48 horas de antelación a la familia del día exacto y la hora, para que puedan asistir si lo estiman oportuno".
Los nietos del dictador podrán estar presentes cuando se abra la tumba en el Valle de los Caídos (que a partir de entonces se deberá convertir en un lugar para "la paz, el perdón y la justicia", ha dicho Calvo) y también cuando los restos vuelvan a ser enterrados en la cripta de Mingorrubio. Pero no los medios de comunicación, que solo podrán tomar imágenes desde "algún lugar público" de la comitiva que trasladará a Franco. [La Guardia Civil prefiere sacar a Franco en helicóptero del Valle de los Caídos].
El Gobierno todavía no ha decidido si transportará el cadáver por carretera o por aire, en un helicóptero. Pero esta última posibilidad, avanzada por EL PERIÓDICO, es la que tienes más visos de acabar aplicándose, según fuentes de la Moncloa. Entre el Valle de los Caídos y el cementerio de Mingorrubio hay casi 60 kilómetros de carretera, y el Ejecutivo quiere evitar cualquiera escena que vaya más allá del "decoro debido", sobre todo por parte de los nostálgicos de la dictadura. "Decidiremos el [medio de transporte] que sea técnicamente más seguro y el de menor incomodidad para los ciudadanos", ha explicado la vicepresidenta.
CERRAR "LO QUE NO ERA DIGNO"
"Para el Gobierno es una satisfacción extraordinaria, porque supone cerrar con dignidad, rotundamente, lo que no era digno 40 años después. El Gobierno ha tomado y ha alcanzado esta decisión en apenas 16 meses", ha señalado Calvo.
El Gobierno decidió a mediados del pasado marzo, poco antes de la campaña de las generales de abril, que Franco fuese exhumado el 10 de junio. Pero el recurso de la familia, y la decisión del Supremo de paralizar el traslado de los restos hasta que no resolviera sobre el fondo del asunto, provocó que la medida, la más simbólica y la de mayor alcance internacional tomada hasta ahora por Sánchez, tuviese que postergarse. Ahora ya no queda ningún escollo. O solo uno, muy menor, que representa el prior del Valle de los Caídos, el padre Santiago Cantera, que ya ha señalado que no piensa dejar que se produzca la exhumación. Al Ejecutivo este hecho no le preocupa en exceso. Señala que la resolución del Supremo es inequívoca, y que la amenaza de rebelión del fraile no tiene ningún recorrido.
La exhumación, en cualquier caso, llega en un momento muy conveniente para Sánchez. A las puertas de las elecciones del 10 de noviembre, cuando desde Podemos se pone en duda que el presidente en funciones sea en realidad un dirigente de izquierdas, la medida, 44 años después de la muerte del dictador, será uno de los activos con el que el PSOE concurre a esta cita con las urnas. En un momento en el que observan señales inquietantes sobre el resultado de las inminentes generales, las cuartas en cuatro años, los socialistas confían en el efecto movilizador de la exhumación de Franco.