El PSOE espera que el fallo sobre Junqueras no empañe el pacto con ERC
El Gobierno señala que la Abogacía se pronunciará pronto y que será sensible La Moncloa mantiene las expectativas de conseguir la investidura en breve
El Gobierno asegura que contaba con una sentencia como la emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que este jueves señaló que el líder de ERC, Oriol Junqueras, gozaba como eurodiputado de inmunidad parlamentaria desde el pasado 13 de junio, cuando se proclamaron oficialmente los resultados de las elecciones comunitarias. Los socialistas insisten en que este escenario estaba previsto, que incluso lo habían debatido en sus negociaciones con los republicanos, cuya abstención es necesaria para que Pedro Sánchez salga elegido, y que en el partido de Junqueras también daban por supuesto que esto iba a ocurrir. El PSOE, en este sentido, confía en que el fallo del TJUE no empañe el acuerdo con ERC, que continúa avanzando, a la espera de que Sánchez haga una última oferta sobre la "mesa de negociación" de la "crisis política" en Cataluña.
En la Moncloa no se otorga excesiva importancia al hecho de los republicanos de que congelaban las negociaciones con los socialistas hasta que el Ejecutivo, a través de la Abogacía del Estado, se pronuncie sobre la inmunidad de Junqueras. Los servicios jurídicos del Estado tienen cinco días hábiles para contestar a los magistrados europeos, pero fuentes del Gobierno señalaron que presentará su escrito con "presteza", de forma inminente, y dieron a entender que este será distinto al de la Fiscalía. A las pocas horas de conocerse la sentencia del TJUE, el ministerio público se opuso a la libertad de Junqueras, debido a que ya ha sido condenado en firme por el Supremo a 13 años de prisión y otros tantos de inhabilitación. En la Moncloa, en este sentido, recordaron que la Abogacía del Estado respaldó en junio, en contra de los criterios de la Fiscalía, que Junqueras pudiera salir de prisión para acudir al Congreso y jurar la Constitución como europarlamentario.
Poco después de que se conociese el fallo del TJUE, la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, pidió a ERC que continuase con las negociaciones, porque la decisión era judicial y no política, y al mismo tiempo enarboló la bandera del "diálogo" para solucionar la crisis territorial. "Todo el ámbito judicial no puede hacer que este país no aborde las cuestiones políticas, incluida la situación de Cataluña. La sentencia se produce en otro espacio. Es necesario abrir una etapa política nueva en este país, para el respeto de las legítimas posiciones ideológicas, con diálogo para alcanzar el acuerdo entre quienes pensamos de manera muy diferente", insistió la número dos del Ejecutivo.
El llamado a compartir con Calvo el cargo de vicepresidente si sale adelante la investidura, Pablo Iglesias, fue un poco más allá, al cargar contra la "judicialización" del "conflicto en Cataluña", que a su juicio "ha alejado un escenario de resolución". Pero también pidió abrir otro ciclo, con palabras muy similares a las de la dirigente socialista. "Ahora toca una nueva etapa de diálogo e inteligencia política para caminar hacia la resolución que necesita nuestro país", dijo en Twitter el líder de Podemos.
"Es un delincuente"
Desde el campo de la derecha, tanto el PP como Cs subrayaron que no ha cambiado nada "jurídicamente". Junqueras, coincidieron el popular Pablo Casado y la liberal Lorena Roldán, "sigue siendo un delincuente". Los conservadores distribuyeron un vídeo con comentarios de Casado sobre la decisión del TJUE y las posibles consecuencias sobre Carles Puigdemont. En la secuencia, el líder del PP opina que el líder de ERC "debe seguir en la cárcel" y el 'expresident' "debe acabar" también en prisión.
Respecto al camino que se abrirá en el Parlamento Europeo con la eventual petición de suplicatorio, Casado se comprometió a que su grupo lo apoye en la cámara de Estrasburgo. "No todos los partidos pueden decir que forman parte de una familia política en Europa así. Otros amparan las tesis de los separatistas", añadió. Era una pulla directa a Vox, que en Estrasburgo forma parte de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), una bancada en la que también se sientan los nacionalistas flamencos de la N-VA, aliados de Puigdemont.
La formación de ultraderecha denunció el "ataque" a la soberanía española. El presidente de los radicales, Santiago Abascal, consideró que la decisión del tribunal europeo "da oxígeno al proceso golpista" y lamentó que los "eurosumisos" les pidan que acaten y respeten "en silencio" esta "nueva humillación a España".