JUICIO DE TRAPERO
El exdirector de los Mossos niega instrucciones para defender el 1-O
Soler afirma que una cosa son las declaraciones políticas y otra la actuación policial. Asegura que ni el 'conseller' le dio instrucciones ni él las dio a los comisarios
El que era director general de los Mossos el 1-O, Pere Soler, optó por una línea de defensa diferente a la del mayor Josep Lluís Trapero y la intendente Teresa Laplana. Algo lógico teniendo en cuenta que su situación es distinta, porque él es político y, en esa condición le interrogó el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo. En el toma y daca verbal que protagonizaron, Soler afirmó que en ningún momento el entonces 'conseller' Joaquim Forn, ni, por supuesto él mismo, dieron una instrucción a los comisarios para favorecer el 1-O.
En un tono mucho más duro que el utilizado por Pedro Rubira con la intendente Laplana, Carballo se remontó al libro blanco de 2015 en sus preguntas a Soler. Trato de ser tan inquisitivo, que la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, le pidió varias veces que no dialogara con el acusara ni hiciera conjeturas. El exdirector general se limitó a admitir un conocimiento general a través de la prensa y casi como cualquier ciudadano de las distintas resoluciones del Parlament por las que le iba preguntando, en las que hasta se refirió a una deficiente interpretación por parte de los medios. Aunque tuvo cuidado en dejar claro que siempre se hablaba de un referéndum pactado con el Estado o una convocatoria de elecciones.
Así hasta que le preguntaron por dos tuits suyos. Uno lo enmarcó en la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. En él decía "La madre de Dios. Suerte que nos vamos ya" y lo atribuyó a que le "sabía mal por los españoles" que gobernara el PP. En el otro dijo que los Mossos cumplirían la ley y que la ley no acababa en la Constitución, sino en la Carta de Derechos Humanos de la Unión Europea. Como, según él, la prensa los malinterpretó, el propio mayor le dijo que "mejor no hiciera más tuits".
REFERÉNDUM, SOLO PACTADO
Soler insistió en que todas las declaraciones políticas del verano del 2017 tenían en el horizonte un referéndum pactado con el Estado o unas elecciones, pero que en cualquier caso" las declaraciones políticas se mantenían al margen de la actividad" de los mossos, "porque todo el mundo sabía donde estaba el cuerpo". A continuación añadió que en cualquier caso una cosa eran esas "declaraciones y otra cosa, los hechos".
Afirmó que él creía no haber dictado instrucción alguna al frente de los Mossos, puesto en el que sustituyó a Albert Batlle en julio, y si hizo alguna debía ser más referida a material o de carácter organizativo. Y enmarcó el traslado de instrucciones que le hacía Trapero de las instrucciones dadas por el fiscal en la necesidad de proporcionarle medios suficientes personales y materiales, que dependían de el, para poder cumplirlas. "La dependencia judicial prima sobre la orgánica, pero eso lo sabe todo el mundo", añadió dando muestras del malestar que le producía el tono del fiscal.
El rifirrafe siguió con un informe que mandó a Trapero en el que parece cuestionar el cumplimiento de los Mossos de esas instrucciones. Afirmó que "los mossos no pueden cuestionar en ningún momento las órdenes del fiscal", pero él entendía que esa instrucción la debía dar un juez. Proponía incluso una querella contra el ministerio público por ello.
Ya se había vivido, la discrepancia de versiones con su oposición o "del departamento" contra la designación del coronel Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo para impedir el 1-O.