Heraldo-Diario de Soria

El ecologismo es construcción real

Juana Largo apuesta por un modelo de desarrollo rural que varía la apuesta por estas zonas como meras zonas de esparcimiento de las grandes ciudades o productoras de alimentos con la "productividad por la productividad", sin tener en cuenta el medio ambiente

Creado:

Actualizado:

“La desaparición de los campesinos del mundo podría constituir un caso final de eliminación histórica”. (John Berger)

Resulta que, actualmente, el Gobierno Central y algunas Comunidades Autónomas están tomando o van a tomar medidas reguladoras e incluso prohibitivas contra las explotaciones de las macro-granjas. Y las iniciativas aprobadas por Cataluña, Castilla-La Mancha, Aragón y Navarra chocan con las medidas adoptadas por otras Comunidades Autónomas como Castilla y León. Nos preguntamos, pues, por qué tipo de Comunidad quiere apostar la actual Junta de CYL, si una región en la que campe a sus anchas el capitalismo salvaje de los inicios del industrialismo y de tiempos siguientes que ha producido ese desajuste (“La España Vaciada”) entre lo urbano y lo rural, en clara pérdida para lo rural, o pretende acaso mantener el modelo de Comunidad en la cual se aprecie y se defienda el modelo, cuando menos en lo económico, de explotación tradicional que es el que puede mantener al campo o al medio rural sin experimentos desorbitados como son esas tristes macro-explotaciones en las cuales no se atiende más que a la productividad por la productividad no ya solo sin dar muestras de sensibilidad ante el sacrificio de los animales sino tampoco ante la desaparición de la clase campesina que fue todo en el mundo y que, ahora, y tal como lo suscitaba John Berger, fuera a desaparecer del mundo.

Es de lamentar la respuesta de algunas agrupaciones agro-ganaderas haciéndole el paripé a un partido que, por cuestiones de incapacidad, aparece derrotado en las previsiones electorales y de gobierno de un país, como es el nuestro, donde ya no tienen credibilidad sus consignas para los adultos. Otras agrupaciones, ya entrando en el ámbito del realismo y del equilibrio emocional al menos, juzgan lo contrario que lo que manifiestas aquellos otros que claman por una “tradición” que, por ser tradición, debiera dar una afirmación general de todo lo pasado, como si, la novedad de los aciertos del desarrollo, atentaran contra la tradición de un vivir más próspero y equilibrado. ¡Hombre, pues no!... No vale todo lo tradicional por el mero hecho de ser tradicional, a veces lo tradicionalista lleva una carga de 'soliviantación' enorme que puede herir la moral de cualquier persona mínimamente sensata.

Si nos quieren hablar de un pasado ideal los de la Oposición al Gobierno Central o los que han gobernado durante unos cuarenta años en CYL, será “ideal”, pero habría de ser “real” y tendrán que ver si se ajusta a las auténticas demandas populares de desarrollo no crispado y a las necesidades de una población que, precisamente, ya ha pasado ese sarampión del subdesarrollo económico del campo que ha llevado justamente a eso en lo que ahora está, en la inanidad, producto directo del trato al medio rural en sus aspectos de gran esparcimiento o expansión por parte de las grandes ciudades y que se trata de resolver ahora por algunos grupos localistas que, en efecto, no quieren volver a pedir eso contra lo que ahora se pugna y que es la desvalorización del campo, porque hablar de valorización absoluta del campo como medio tradicional es descatalogarlo de su potencialidad como grupo poblacional con sus intereses… En román paladino se podría describir la situación como que la gente del medio rural sabe lo que quiere y no es tonta.

Contra la mistificación en su contra de esa gente toma las riendas ahora la política más racional, la de que es posible construir una concepción sostenible para el medio rural y que no lo desvirtúe o degenere. Y uno de los movimientos tanto científicos como sociales de esa empatía entre la gente del campo actual y el humanismo es el ecologismo actual. Porque no me negará el partido que todavía quiere ganar las elecciones tras cuarenta años que el ecologismo tiene bases científicas, si no hay más que ver, por ejemplo, el cambio climático.

La cuestión está en construir, no en destruir con esa rabia que tiene ahora una derecha desencantada y rota. Se trataría en estos momentos de construir, o una forma de construir con las ruinas que nos ha dejado el capitalismo y los gobiernos capitalistas de España. Se puede recordar lo que significaba el “progreso” para Atila…

Más aún, se trataría de construir unas nuevas comunidades teniendo en cuenta otro concepto que se nos quiere escapar, y que corre en otro sentido, contra las tufaradas del tubo de escape de lo que ese automóvil veloz en su genio y en su orgullo que son los partidos de la derecha en España. Se está hablando de la denominada “nueva normalidad”, teniendo en cuenta que se está dando una pandemia que ha trastocado todo el edificio en el que nos encontrábamos antes y que es necesario retomar de la serie de propuestas para que no vuelva a suceder más el tal problema del virus y sus efectos. Con la “nueva normalidad” habrá que hacer algo y no quedarse de brazos cruzados con lo que ya estaba en el orbe de todo el mundo. Creo que ha pasado algo en España desde marzo de 2020 hasta ahora y se supone que habrá un después. Es uno de los puntos de la nueva normalidad el de la sostenibilidad y el de la sanidad… ¿Quién puede estar en contra de la sanidad?...

No se pueden dejar las comunidades siendo usadas por políticos que no cumplen su deber mínimo o que no tienen conciencia de la comunidad y solo tienen de sus intereses particulares. No se pueden dejar, tanto para los ciudadanos sorianos como castellano-leoneses, las comunidades hechas, en el mal sentido, unas pocilgas industriales que absorben el entorno y se abren a la contaminación y a la insanidad, como no se pueden dejar las comunidades hechas unas cortes inmerecibles. Donde en la antigüedad construían monasterios, ahora parece ser que se construyen macro-granjas.

Desde cualquier grupo soriano que se precie de defender a Soria y no a los intereses alto burgueses del país y aun –traicionando a éste- del extranjero capitalista, se da automáticamente que la defensa de la naturaleza de la naturaleza es necesario e insoslayable y que ya lleva prisa. Pues solo nos queda ya eso, No ha de ser deshecha y despilfarrada por los comisionistas “populares” en pro –según dicen- de una comunidad llena de molinos dando vueltas por todas partes sin ton ni son y otros muchos temas como los que hemos mentado en esta breve anotación. Cualquier iniciativa ha de considerar este cuidado, cualquier iniciativa ha de considerar este factor, tal como nos hablaba de ello, aunque debiera ser matizado, en más de una publicación, Amalio Marichalar hace años cuando nos remitía al crecimiento sostenible en relación con el compromiso que se debatía por ejemplo en 2012 en la cumbre de Río de Janeiro. En la que se trataba de apoyar el debido desarrollo de las comunidades en pro de un bien común al cual tenemos derecho y no al mal arbitrio y a la porquería de engendros financieros como macro-granjas y demás. Sin descontar con las reservas naturales como pudiera ser el Cerro de los Moros de Soria capital, que no deja de ser un tema más de un suma y sigue de reivindicaciones y en el que, de alguna manera, el ente municipal ha resbalado, aunque es de esperar que se pueda levantar… A veces no es necesario poner un ladrillo en la vida, sino también quitarlo.

Sería consecuente con los temas que nos preocupan más, si, el partido que ha gobernado CYL -durante casi creo que cuarenta años-, retomara el tema de la salvación no solo de Soria y de CYL, sino del país entero y del planeta de tal modo que, nos parece a todas luces justo decir, ya es inevitable enfrentarse tanto a la contaminación como al calentamiento y al cambio climático, con todo lo que implican de una cultura de la Tierra en su biodiversidad y en sus justos derechos de supervivencia y no el ser dilapidado todo por una cuestión de un puñado de dólares, en una película del Far West, sin querer buscar ahora otras razones también convincentes y que nos dejamos de señalar para que este artículo no sea demasiado difícil de digerir.

tracking