Carta abierta al señor Mañueco y al señor Tudanca
La presidenta de Antígona, Pilar de la Viña, reclama entendimiento a los líderes autonómicos de PP y PSOE para evitar que VOX entre en el Gobierno y haga retroceder los derechos de las mujeres
Señores candidatos a presidir el gobierno autónomo de Castilla y León. Me dirijo a ustedes como presidenta de ANTÍGONA, Asociación de mujeres de Soria.
Estamos muy preocupadas con los resultados electorales del domingo 13 de febrero. Nos preocupa que la formación de extrema derecha, VOX, vaya a dirigir la política mediante sus trece escaños.
De momento ya han exigido, para sentarse a hablar, la derogación de todas “las políticas de izquierda” aprobadas por los sucesivos gobiernos del Partido Popular. En la diana y como prioridad, la derogación de la Ley contra la Violencia de Género y el Decreto de Memoria Histórica. Empezamos mal, muy mal.
Nos resulta difícil pensar en posibles políticas de izquierda del PP, pero es muy probable que a estos trece ultras y a sus jefes, no les gusten las políticas de Educación, de Sanidad…
También nos tememos muy mucho que hagan todo lo posible por revertir los derechos que mujeres y hombres hemos alcanzado en los últimos tiempos, sobre todo en relación a la libertad para vivir la propia sexualidad sin constreñimientos ideológicos y sin hacer daño a nadie.
En materia de sexualidad y de costumbres, todos sabemos que este partido, VOX, es rígidamente fundamentalista y autoritario. Y que para ellos la mujer no es igual al hombre, puede ser la dama o la sirvienta o la madre o la puta… pero siempre un ser con un destino marcado por su sexo. Pretender la igualdad ”Qué ridículo suena…” en palabras de García-Gallardo Frings.
Señores Mañueco y Tudanca, como líderes de las fuerzas políticas mayoritarias, les pedimos que hagan un esfuerzo para llegar a algún acuerdo que imposibilite no sólo la presencia, sino también la influencia directa y la presión de esta fuerza política minoritaria y extremadamente sectaria.
Les pedimos sentido de Estado, de Estado autonómico. Les pedimos que, por favor, dejen un poco de lado sus intereses partidistas, que aunque legítimos, ahora deben de pasar a un segundo plano. Los derechos adquiridos, la libertad y la convivencia están en peligro en nuestra tierra.