Jueces esquizos
En nuestros tiempos, somos afortunados seguidores de los noticieros con respecto a las informaciones que, los diversos medios de comunicación, nos vienen dando en el país. A veces nos notician cosas u hechos malos; otras veces nos comunican noticias buenas y otras veces, nos revelan una cara oculta de la realidad, de la que no todos éramos conscientes. Ahora, los últimos días, está de moda ser juez, pero juez “conservador”… Al parecer, en España, no nos conformamos todos con lo que tenemos o que el Destino nos ha otorgado, pero ¡ojo!.., ¡atención!.. ¡Los cargos que ejercen la justicia, tampoco se conforman con lo dado!... ¿Si no, a qué vienen esas últimas huelgas de los jueces en España?...
Al parecer, en España, los jueces viven mal. Claro, entonces tienen algo por lo que manifestarse y hacer huelga. Por eso saben ahora protestar. Debe ser que la democracia los ha destronado del puesto que tenían hace tiempo con la Dictadura, por eso no se conforman y protestan y hacen huelgas y se manifiestan.
Aunque, aquí pasa algo, algo que huele mal, como a podrido: Ya no cuentan los ciudadanos; ahora cuentan los jueces; ya no cuenta Superman o el Capitán Trueno, o Rocío Jurado, ahora cuentan las superestrellas de la sociedad conservadora y acomodada, que (y lo decimos en la humilde Soria), tienen a esas superestrellas como dioses.
Ya, la que suscribe esta nota, lo ha mentado antes en algún escrito, pero no es que nos guste repetirnos, es que, ante las noticias insistentes, no podemos esconder la cabeza debajo del ala, ni hacernos los sordos, porque desde los altavoces de los medios de comunicación en España, no se deja de hablar del problema de los jueces conservadores.
Existe una Constitución, para todos los españoles, sí, pero que, al parecer, es privativa de algunas personas y eminencias: los jueces conservadores. Ellos pueden, de esta forma, hacer lo siguiente: Poner la Constitución, la Constitución del 78, a favor de sus intereses, en esa esquizofrenia en la cual incurren al defenderse con la Constitución y aplicarla a los ciudadanos, pero que sin cumplirla los jueces, como si fueran un juguete con el cual poder dedicarse a decir: “Ahora la Constitución, sí; ahora la Constitución, no; ahora, sí, ahora no…sí y no…, etc.”
Ya sospechábamos de la etiología de tal dolencia mental y moral de los jueces, quiero decir: de los jueces “conservadores” que quieren interpretar la pieza musical al gusto que les venga en gana. Les venía el padecimiento de hace tiempo, y no se llamaba, al final, más que “Síndrome de la franquitis”, la misma que ocultaba los numerosos campos de concentración tras la guerra civil que ahora se están descubriendo, por poner un ejemplo.
De ahí viene ahora esta enfermedad manifiesta y esquinada en heredar el régimen de Franco para su propio servicio, igual que otros, por ejemplo, en otros ramos de la vida, estos personajes, en la justicia. Mientras los ciudadanos y ciudadanas nos tenemos que someter a la Constitución. Oh, no, ellos los jueces franquistas, los del CGPJ, no, ellos son los iluminados, cuatro años de inmovilidad para la renovación del CGPJ, de aquellos que dictan sentencias según se levante el día y con qué pie, según sus propias apetencias, invocando las penas –incluso de cárcel- a los penados.
“Juez y parte”, se decía antiguamente. Eso debe de ocurrir ahora en España… ¿Lo sabrá la Unión Europea? ¿Sabrá la Unión Europea que están desmontando nuestra Libertad?... “Juez y parte”, por la árida estepa castellana, el Cid cabalga… ¿Para cuándo la renovación del CGPJ?... Y de paso, mandar al paro obrero a esas radicalidades de jueces que, según se despierte el día, con una cara u otra, dar una sentencia bastante “esquizo”.