Editorial
Las fábricas de la Comunidad afianzan su posicionamiento en Renault
Un nuevo vehículo para Valladolid. Nuevo por su completo rediseño, pero no en el nombre. El Captur es, por derecho propio, el coche que salvó a la fábrica de Renault en Valladolid. Su llegada catapultaba a la planta en producción y sus ventas venían a afianza al grupo Renault en Castilla y León. Eso sí, con la ayuda de los trabajadores que echaron el resto, supieron ver más allá y ceder en muchos de los avances económicos y de derechos que habían logrado para salvar y garantizar la continuidad de la multinacional de la automoción en la Comunidad.
Y ahora renace una nueva generación del Captur, con un diseño completamente renovado, diez años y más de dos millones de coches vendidos en todo el mundo después. Y todo con el objetivo de seguir siendo uno de los SUV favoritos del mercado automovilístico, un modelo de referencia conservando su polivalencia, su atractivo diseño, su espacio interior de alto nivel y sus equipamientos tecnológicos e ingeniosos.
Pero es mucho más. Supondrá, de cumplirse las expectativas del mercado, junto con su gemelo el Mitsubishi ASX el fortalecimiento de la fabrica del gigante del automóvil en Valladolid. De ahí que ya se esté trabajando en la posibilidad d de incorporar un nuevo turno, siempre a expensas de la evolución del mercado. Lo que sigue siendo incontestable es la fortaleza de las plantas de Renault en la Comunidad, la de Villamuriel de Cerrato en Palencia y la vallisoletana.
Una fortaleza que le viene dada por su completa renovación, incorporando la mejor innovación y tecnología y por la preparación y profesionalidad de sus trabajadores. Profesionalidad y cambios que se evidencia con la nueva arquitectura tecnológica que requieren modelos como el Captur, para los que se han automatizado los controles de calidad, además de cumplir los objetivos de descarbonización reduciendo los gastos de agua y energía un 30% en los últimos dos años. Conviene recodar, y así lo resalta el director general de Renault Ibera, Sébastien Guigues, que la importancia de la línea de fabricación de Valladolid y de Palencia se demuestra en el hecho de que aquí, en Castilla y León, se fabrican casi la totalidad de los modelos híbridos de la gama Renault, a excepción del Clio. La demostración palpable de que las plantas de la Comunidad afianzan su posicionamiento en Renault.