MÁS SE PERDIÓ EN CUBA
Los sindicatos quieren una plaza
Los sindicatos sorianos quieren una plaza. Pero no me refiero a una plaza a dedo o de libre designación y con sueldo. Esa ya la han conseguido en el ayuntamiento de la ciudad gracias al siempre benévolo alcalde que ha decidido colocar a un mediador sindicalista para tratar de resolver el problema con el personal de la casa y que su concejal responsable es incapaz de resolver. Ancha es Castilla como decimos por aquí. Y más aún parece serlo la chequera pública municipal. Pero la plaza a la que yo me refiero y que demandan los sindicatos es la de las Concepciones, ubicada entre las traseras del Museo Numantino y la Plaza de Toros. Se ha puesto de moda en esta ciudad querer quitar las nomenclaturas de las calles o plazas a unos para dárselas a otros u otras. En mi etapa de concejal hace unos años, por más que lo intenté y muy a mi pesar, no fui capaz de convencer en el transcurso del pleno municipal a Gloria —concejala de Igualdad—, de que era mejor idea dedicar la plaza de San Esteban a las mujeres sin necesidad de eliminar a este santo del callejero municipal y cuya parroquia se erigió en esa misma plaza allá por el siglo XII. En el transcurso de la celebración del día del trabajador hace unos días saltó de nuevo la liebre con la idea de un nuevo cambio en nuestro callejero. No voy a entrar a valorar si los trabajadores son merecedores o no de una plaza. No digo yo que quizás la merezcan, pero como digo, no me gusta nada eso de quitar los nombres de unos para dárselos a otros. La actual plaza de las Concepciones en el capital debe su nombre al convento bajo la advocación de la Inmaculada Concepción que allí existía. Estoy convencido que habrá nuevas calles y plazas en la ciudad donde poder honrar a la clase trabajadora sin volver a tener que quitar un trocito de historia de nuestra ciudad como ocurrió en la de San Esteban. Pero miren, a mí este debate en el fondo me parece del todo superfluo con la que está cayendo en materia laboral en nuestra casa consistorial. Puestos a dar nombre a una plaza, créanme, yo se la daría ahora mismo y sin atisbo de duda a los trabajadores municipales por su ya legendaria paciencia emulando al bíblico Job. Me resultó chocante que con la que tienen liada allí abajo, varios concejales del equipo de gobierno desfilarán tan tranquilos y sonrientes entre los manifestantes el pasado 1 de mayo. Hace unas semanas el alcalde soriano calificaba como «foto de la vergüenza» la presencia de concejales del PP y VOX en la concentración a las puertas del ayuntamiento que el Comité de Empresa había convocado. No seré yo quien tilde como vergonzosa la presencia de los responsables del problema entre los abanderados de la defensa de los trabajadores, pero, ante este panorama, menos plazas por parte de unos, y «plazas» por parte de otros, y más soluciones…