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Editorial

¿A quién incomoda fortalecer el sistema sanitario de Castilla y León?

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Más allá de la algarada política interesada los que se oponen a que la unidad de trasplantes cardiacos del Hospital Clínico de Valladolid se extienda, amplíe y fortalezca con la incorporación del complejo hospitalario salmantino deberían explicar cuál es el inconveniente. ¿Cuál es el inconveniente de fortalecer el sistema sanitario de Castilla y León con la incorporación de un equipo de prestigio como el que también hay en la capital charra? No se divide nada. No se fracciona nada. No se hurta nada. ¿Es por puro centralismo? Entonces que se haga todo en Madrid. La sanidad no está para crear chiringuitos al servicio de nadie. Pero tampoco para ser un instrumento político, y menos un arma arrojadiza entre provincias, en un mero ejercicio de paletismo político. La sanidad está para dar soluciones a los pacientes, que son los que la sufragan y la pagan. No puede ser que la existencia de más de una unidad de trasplantes, que no es el caso, porque seguirá siendo una única unidad con dos centros, deteriore el servicio tal y como defiende la responsable de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). ¿Es que Cataluña puede tener cuatro y Castilla y León no puede tener una fortalecida por dos hospitales? Puede tener cuatro Madrid o dos Andalucía, también. Negar a Castilla y León lo que hay en otras comunidades es un ejercicio insano de centralismo y desprecio hacia los habitantes de esta tierra. Lo diga la de la ONT o su porquero.

Resulta que quienes se oponen a la incorporación de otro hospital, ojalá pudieran ser más, intentaron hacer lo que ahora se va a desarrollar hace algo más de una década con el Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. Entonces sí era beneficioso. ¿Para quién era beneficioso? ¿Para la sociedad o para los intereses particulares de unos pocos? Eso es lo que hay que aclarar. Eso es lo que se esconde detrás de esta falsa controversia. Igual que sería bueno, en aras de la transparencia y la honestidad, dar a conocer los resultados del programa desde su puesta en marcha. Porque del desarrollo del programa de trasplantes y de los resultados se sabe poco. A no ser que, precisamente, lo que se pretenda es que no se sepa y la entrada de otro equipo, para complementarlo y fortalecerlo, dé al traste con el oscurantismo. Por ahí debería empezar todo. La primera, la Consejería de Sanidad de la Junta, que últimamente, a la vista del jolgorio que tiene organizado con las pruebas del agua en la playa de las Moreras de Valladolid, no parece un dechado de transparencia. Del resto, ha quedado desacreditada la campaña orquestada por intereses particulares y colaterales para que no se amplíe la unidad de trasplantes.