Redoblar esfuerzos para hacer que los médicos elijan Castilla y León
No hay duda de que Castilla y León no es el destino más atractivo para los médicos, tanto por las dificultades para conseguir a los ya formados como para que los que van a comenzar su especialización elijan a la Comunidad como lugar en el que formarse. No es el único sector de actividad en el que hay problemas para atraer personas y la evolución demográfica, que es uno de los principales retos del territorio, supone la mayor confirmación, pero sí es quizá uno de los más sensibles, puesto que afecta a algo tan fundamental como es la atención sanitaria de la personas, la salud de la población en definitiva. Además, si se produjera un deterioro en un servicio tan valorado por las personas como es el de la sanidad, la capacidad de atracción de Castilla y León en general se vería también seriamente perjudicada, lo que no supone un estímulo precisamente para el reto demográfico. Por todo ello, el que un porcentaje elevado de plazas de MIR queden vacantes en la Comunidad es un asunto que debe preocupar a todos y ante el que hay que buscar soluciones.
No es sencillo, desde luego, y el problema no es exclusivo de Castilla y León, sobre todo en un ámbito como el de la Medicina Familiar y Comunitaria, donde está el grueso de ese 12,5 por ciento de plazas que los MIR han dejado libres en la comunidad. En la atención sanitaria más próxima al ciudadano, en la primera línea, donde el médico tiene que estar lo más cerca posible del paciente, es donde se produce el principal problema, porque aunque en las especialidades hospitalarias también han quedado vacantes, hay varios hospitales que logran cubrir todas sus plazas y el número de vacantes en el resto es menos alarmante que el que se produce entre los puestos de médicos de familia.
Esta situación amenaza con enquistarse y es necesario que se aborde ya el problema, pero no pensando solo en el corto plazo, sino buscando la estabilidad en el tiempo. La labor principal corresponde a la Consejería de Sanidad, pero no solo. Se precisa la implicación de más administraciones, sin olvidar el principal punto de partida, el lugar donde se forman los médicos. Hay que redoblar esfuerzos en todos los ámbitos para conseguir que haya médicos suficientes y que Castilla y León sea un lugar atractivo para formarse y, sobre todo, para desarrollar la carrera profesional. Hay factores contra los que seguramente no se pueda luchar, pero habrá otros en los que se puedan ofrecer mayores atractivos, que compensen los déficits, y así lograr un mayor equilibrio.