MÁS SE PERDIÓ EN CUBA
El hospital ni se vende ni se alquila
Dice la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Yolanda de Gregorio, que el Hospital Virgen del Mirón, ni se vende ni se alquila. Estos días pasados ha tenido que salir a desmentir un cúmulo de bulos y rumores que planean sobre el futuro de este edificio hospitalario en la capital. El asunto ha tenido tal repercusión, que incluso distintos consejeros del gobierno regional han salido también a intentar poner un poco de orden tras las distintas informaciones que han llenado los espacios de los distintos medios de comunicación local. La cosa no viene de ahora. Hace ya muchos años que desde distintos sectores –y de forma interesada –, se viene agitando a la población sobre un supuesto desmantelamiento de estas instalaciones. No es difícil adivinar el apellido de esos agitadores, porque de sobra es conocida la costumbre que tanto socialistas como los integrantes de Soria Ya, tienen en infundir miedo a la población con algo tan serio y sensible como lo es la sanidad. En muchas ocasiones he escrito que hay cientos de cosas que mejorar en nuestro sistema sanitario. Pero utilizar este asunto como arma para asustar a los ciudadanos, y bilateralmente como caballo de Troya para atacar a quien gestiona nuestro sistema de salud y obtener así rédito político, siempre me ha parecido sucio y execrable. El hospital Virgen del Mirón, posee entre los ciudadanos un arraigo muy importante. Entre esos muros, miles de sorianos hemos tenido a familiares que allí dieron su último suspiro, y ello lo convierte en un lugar de recuerdo y agradecimiento a todos sus trabajadores que, durante décadas, vienen demostrando una profesionalidad digna de encomio. Comprendo que el traslado de distintos servicios a consecuencia de las obras del nuevo hospital de Santa Bárbara, hayan creado alarma entre los trabajadores. Pero dejando como he dicho a un lado las malas artes de hacer política basada en el miedo con la sanidad, lo que es indiscutible es que, en algún momento y una vez terminen las obras del Santa Bárbara, habrá que abordar qué hacer con este enorme edificio al que los años le han pasado factura. Una factura que una vez visitas las vanguardistas estancias del nuevo hospital se acrecienta dando lugar a comparaciones odiosas pero muy reales. Nadie quiere que el Virgen del Mirón cierre sus puertas. Sería un error irreparable para toda la sociedad soriana. Pero que es necesario unas mejoras para garantizar su servicio y continuidad en el tiempo, es algo que tampoco nadie puede negar. Y precisamente para abordar ésta y otras cuestiones referentes al futuro de este histórico edificio, parece que desde el gobierno regional se ha tendido un guante al ayuntamiento de la capital. Un guante, en mi opinión, muy generoso frente a quienes, para otros temas, jamás preguntan ni se dejan aconsejar. Pero bueno, en ese alarde de buena sintonía que parece (remarco lo de que parece), existir, cruzaremos lo dedos para que sea en beneficio del interés general, y quizás así, se relajen un poco los ánimos sobre el ámbito sanitario soriano...