Conversión de local a vivienda
Si uno se da una vuelta por cualquier barrio de la capital, observará la infinidad de locales vacíos que existen y que un día dieron cabida a tiendas de ultramarinos, bares, peluquerías u otros negocios que dieron vida a esos barrios durante décadas. Si muchos locales en pleno centro comercial de la ciudad lucen carteles de se vende o se alquila, y llevan así muchos años, nada hace presagiar que los de los extrarradios corran mejor suerte, y suene el teléfono —para alegría de sus dueños—, con un potencial arrendatario. Hace unas semanas, me vino a ver una conocida creyendo que aún ejercía de concejal y portavoz de urbanismo en la oposición. Yo le dije que ya no estaba en esas lides. Aun así, me transmitió el problema que tiene y que le trae, podría decirse, por el camino de la amargura. Ella es dueña de uno de esos locales que se encuentran dormido en el sueño de los justos en un barrio de la capital, pero de los que hay que seguir pagando religiosamente su IBI. Según me trasmitió, su local reuniría las condiciones para reconvertirlo a una vivienda (a nivel de espacios, fachadas y permiso de la comunidad de propietarios), pero al no tener el mismo acceso directo al portal del edificio —conditio sine qua non que marca la normativa municipal—, no puede llevar a cabo dicha pretensión. Es verdad que la normativa es clara al respecto, pero no es menos cierto, que las normas, a veces, no solo es bueno revisarlas sino que es adecuado hacerlo y modificarlas si es preciso y si con ello se solucionan los problemas de los ciudadanos. El asunto puede ser complejo y cada caso un mundo. Pero para una ciudad pequeña como la nuestra, donde estoy convencido no habrá demasiados casos, podría ser factible flexibilizar algo la norma y dar salida a estos espacios que sin atisbo de duda y reconvertidos en viviendas, revitalizarían nuestros barrios cambiando la triste imagen de locales vacíos y condenados al más profundo ostracismo como en la antigua Grecia. Estos días ha saltado a la palestra la excesiva, al parecer, presencia de pisos turísticos sin control alguno en la capital. Como hay quien pudiera pensar, que la conversión de locales a vivienda podría tener esa finalidad, el ayuntamiento lo tendría bien fácil modificando la ordenanza, y tras plasmar otras obligatoriedades lógicas para dicho cambio, condicionar su uso como apartamento turístico en función de la saturación de los mismos bajo una regulación específica que creo también se quiere llevar a cabo. Si a los socialistas no les ha temblado la mano para cambiar el código penal y eliminar del mismo grave delitos, o para crear una ley ad hoc para delincuentes bajo el paraguas de una amnistía que abochorna a los españoles de bien, no veo que los de Soria no puedan cambiar una normativa con algunos requerimientos absurdos y no presentes en otras ciudades, y que le está haciendo la puñeta a muchos sorianos. ¿No creen?