Crítica musical
Enmanuel Pahud: la versatilidad de un maestro
La tarde del viernes era una de las más esperadas de la presente edición del Festival, dado que, para esta velada, se contaba con la presencia de uno de los solistas más prestigiosos del panorama internacional: el flautista Enmanuel Pahud. Ésta de la tarde del viernes fue la primera de las actividades que el mencionado flautista desarrollará a lo largo de todo el fin de semana en nuestra ciudad, puesto que el sábado por la mañana impartió una marterclass para una selección de alumnos en el Conservatorio de la capital soriana, y el domingo a las 12:00, en el Aula Magna “Tirso de Molina” está previsto su recital junto con el cuarteto Ocean Drive, compuesto por miembros de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL).
Precisamente, era esta agrupación, la OSCyL, la que acompañó a Pahud en la primera de sus intervenciones en el Festival, en su interpretación sinfónica, bajo la dirección de la batuta de la alemana Corinna Niemeyer. El programa se componía por dos obras de Felix Mendelssohn, la Obertura en Mi mayor, op. 21, Sueño de una noche de verano, que servía para preludiar la entrada en escena de Pahud, y la Sinfonía nº. 4 en La mayor, op. 90, “Italiana”, en la segunda parte. Completaba la primera parte la programación consagrada al solista: el Andante para flauta y orquesta en Do mayor, K. 315, y el Rondó para violín y orquesta en Do mayor, K. 373, ambos de Wolfgang Amadeus Mozart, y el Concertino para flauta en Re mayor, op. 107, de Cécile Chaminade.
En cuanto a la interpretación de Enmanuel Pahud, únicamente podemos indicar que, como cabría esperar ante un solista con esta trayectoria, fue excepcional. Con un sonido pleno y potente, en la totalidad del registro del instrumento, y un timbre aterciopelado, el público que llenaba la sala “Odón Alonso” del Centro Cultural Palacio de la Audiencia, quedó completamente entregado ante el virtuosismo y buen hacer del francosuizo, que se despidió del público soriano tras recibir una gran salva de aplausos y regresando a saludar desde bambalinas repetidas veces. Los allí presentes echaron en falta un bis de este intérprete, pero, debido a que se trataba de la primera de sus tres jornadas musicales en Soria, decidió dosificar su maestría para el resto del fin de semana.
En lo que respecta a la OSCyL estuvo muy acertada y, en general, hizo gala de momentos de gran calidad interpretativa, aun con algunos pequeños desajustes, los menos, en esta ocasión, donde sobresalió, especialmente la sección de viento madera y sus respectivos solistas. La directora, Corinna Niemeyer, por su parte, no destacó en la tarde del
viernes por la nitidez y precisión de algunas de sus entradas a la orquesta, con unos movimientos circulares y ambiguos en ciertos momentos, pero que, no obstante, no perjudicaron al resultado del conjunto. Pese a que la directora regresó a saludar en varias ocasiones tras la Sinfonía de Mendelssohn, tampoco se escuchó ningún bis después de ésta, con lo cual, se daba por terminada esta nueva sesión sinfónica con el mayor atractivo de la presencia de Enmanuel Pahud en nuestros escenarios.