La errática estrategia del PSOE de Tudanca alineándose con VOX

El error estratégico cometido por el PSOE de Tudanca es de tal dimensión que ha llevado a su partido a alinearse con VOX para votar que la Ley de Concordia, repudiada por los socialistas con Pedro Sánchez a la cabeza, salga del letargo parlamentario y vaya al pleno de las Cortes de Castilla y León de la próxima semana. El PP había maniobrado para que el controvertido texto, que se llama de concordia, pero que nació de la discordia y no condena el franquismo expresamente, permaneciera en el limbo legislativo, antes de ir a la papelera, que es el destino que se merece. Y ha sido el PSOE el que la ha despertado entregando su imprescindible apoyo a los de VOX, que ahora tratan de modularse en la oposición después de abandonar el gobierno de la Junta a cuenta de la inmigración y la llegada de Menas (Menores Extranjeros No Acompañados).

Tudanca ha medido mal. Se ha dejado arrastrar por el ex vicepresidente de Mañueco, Francisco Igea, en su estrategia de sembrar la cizaña entre PP y VOX en el hemiciclo a cuenta de la dichosa Ley de Concordia. El miércoles el número dos de Abascal, Ignacio Garriga, amenazó a Mañueco con no aprobar el presupuesto si la norma no salía adelante. Igea, hábil estratega para sus intereses, cogió la linde marcada desde Bambú a través de la visita de Garriga, y metió los perros en danza. Visto que el asunto incomodaba al PP, aunque bastante menos de lo que presuponen los socialistas, Tudanca se lanzó a la piscina sin agua y acabó dando aliento y apoyo expreso y en el máximo órgano de las Cortes, la Mesa, a los intereses de VOX. Primero votó con el PP la exigencia de que la ley cuente con el informe preceptivo del Consejo Consultivo, como habían hecho en mayo, con el rechazo de VOX. Pero ahora el PSOE cambió y se asoció a VOX para revivirla y colocarla en el plenario. Miel sobre hojuelas para los populares, que mantendrán su voto en contra. Pero los socialistas de Tudanca han conseguido resucitar la repudiada norma de VOX que llegó a los gobiernos autonómicos con la firma de los pactos.

¿Qué ha conseguido el PSOE? Brindarle una victoria a VOX y un supuesto argumento para no apoyar los presupuestos de 2025, que de todas formas no iba a aprobar, pese a haber ayudado a confeccionarlos hasta hace tres meses cuando compartían gobierno con el PP. También ha conseguido, inexplicablemente, votar a favor de impulsar la tramitación de la Ley en las Cortes, aunque sea para luego rechazarla. El PSOE pretendiendo dejar en evidencia al PP, sólo ha logrado perpetrar un esperpento del que tendrá que dar cuenta la dirección federal de Pedro Sánchez.