San Saturio sube el IBI
Mal día eligió nuestro alcalde para justificar su enésima subida del IBI. Días antes, la oposición criticaba, como viene siendo costumbre, el aumento del tributo a los bienes de los sorianos. Y Carlos Martínez, tras la misa solemne en la concatedral para celebrar el día de nuestro patrón —a la que asistió junto con el resto de las autoridades—, aprovechó el ya tradicional corrillo con los medios de comunicación en el patio de columnas del consistorio, para hacer pedagogía sobre la nueva carga en el bolsillo de los ciudadanos. Era el día grande para San Saturio, y viendo cómo van los tiempos, quizás asistamos impertérritos a la caída del lema, “haga frío o calor, San Saturio el día 2”, para dar paso al “haga frío o calor, Carlos nos sube el IBI el día 2”. Y es que no es la primera vez, y me temo que tampoco será la última, en que parece que es San Saturio —no el santo, sino en sus días de fiesta—, cuando se produce la noticia del nuevo sablazo que con resignación cristiana nos tenemos que tragar. Pero bromas aparte, sería bueno analizar la excusa que se viene utilizando por parte del equipo de gobierno para endulzar una mayor recaudación vía IBI. Nos dicen que la ciudad no para de crecer en oferta de servicios (cosa que es verdad), y que los mismos, hay que mantenerlos de algún modo. Pero en cambio, lo que no se nos dice, es que se está creando una ciudad muy cara de mantener, con una población profundamente envejecida y sin relevo, y en donde lo que precisamente no crece, es la creación de empresas que provocarían más empleo y más bolsillos llenos para pagar los servicios prestados. En resumidas cuentas: que están diseñando una ciudad vanguardista, según ellos, pero que tienen que seguir costeando los mismos de siempre. Y mientras el alcalde en su soliloquio hablaba del IBI, de las guerras que nos asolan, y de los niños que tienen que correr los cabezudos en la ciudad estos días pero sin dejar de pensar en los niños que mueren por los crímenes de las guerras —de los más de 100.000 niños muertos el año pasado en España bajo el también cruel pero defendido por ellos crimen del aborto nada dijo—, no se habló de lo que era la verdadera noticia de la semana, y que no es otra que la magnífica y necesaria obra llevada a cabo por la Junta de Castilla y león para devolver el esplendor a las pinturas de la ermita y morada de nuestro santo patrón. Aún no he tenido la oportunidad de verlas, pero quien sí lo ha hecho ya, habla maravillas de esta actuación y de su buen resultado. De lo que no se ha vuelto a hablar, cosas de la vida, es de aquel efímero intento —siendo la soriana María Jesús Ruiz vicepresidenta de la Junta de Castilla y León—, de instalar un ascensor en la ermita para que personas con movilidad reducida pudieran tener acceso al pequeño templo. Infraestructura delicada, y que, sin duda, abriría hoy un debate del que algunos ni querrán oír hablar. San Saturio, Ora pro nobis.